Tus juegos de Steam te los llevarás a la tumba
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El contenido digital ha recortado enormemente los derechos de los jugadores. Aquí tenemos otra prueba más.
Steam se estrenó en el año 2003, y en estos más de 20 años mucha gente ha ido acumulando juegos en su Biblioteca de Steam, que ha ido comprando y pagando a lo largo de las décadas. ¿Qué ocurrirá con tu cuenta de Steam cuando fallezcas? Lo lógico es que la herede un familiar, pero no. Cuando mueras, tu cuenta de Steam morirá contigo.
Un usuario ha preguntado al Soporte Técnico de Steam si, en el caso de fallecer, puede ceder su cuenta de Steam a otra persona. La respuesta ha sido: "Desafortunadamente, la cuenta de usuario y los juegos no son transferibles. Ningún otro usuario puede acceder a tu cuenta, o transferir contenido. La cuenta de Steam tampoco se puede transferir en un testamento".
Es lo que tiene el contenido digital: que tú pagas el precio completo, el mismo precio que una copia física, que sí es transferible. Pero el juego no es tuyo. En digital no compras, alquilas. Cuando te mueres, se acabó el alquiler.
Las miserias de las compras digitales
Algunos comentarios en redes aseguran que basta con tener el nombre de usuario y la contraseña del fallecido, para poder seguir disfrutando de los juegos. Pero no es tan sencillo.
Si usas una cuenta en un ordenador diferente al habitual, o de forma recurrente cada cierto tiempo, Steam te va a pedir una verificación de cuenta, lo que implica que necesitas tener también el correo electrónico y, en algunos casos, el móvil del fallecido. Para mantener un móvil de una persona fallecida hay que cambiar el titular, con lo que se invalidaría la cuenta de Steam.
Steam también puede hacer verificaciones por su cuenta, y cancelarla si detecta que el titular ha fallecido.
Como era de esperar, la noticia de que no puedes transferir tu cuenta de Steam cuando mueras, ha sentado mal en la comunidad gamer. Mucha gente lleva 20 años comprando juegos, y literalmente ha invertido miles de euros en su Biblioteca.
Pero como decimos, el contenido digital no es una compra, es un alquiler. Si el titular fallece, el alquiler termina.
Los usuarios de consola aún pueden comprar sus juegos en físico, que se pueden transferir, vender o prestar a otra persona, ya que la titularidad está en el propio disco o cartucho. Pero en PC, muy pocos juegos se venden en formato físico, y casi todos exigen asociarlos a una cuenta de Steam, con lo que se convierte en un juego digital.
Con los años, los usuarios de videojuegos hemos ido perdiendo más y más derechos, pese a pagar más por los juegos. Esos derechos se recortan aún más con sistemas de suscripción como Game Pass de Microsoft, en donde tienes que pagar una cuota mensual eternamente, o no puedes jugar a nada.
Los fans de la música están volviendo a los vinilos y los CDs, cansados de la monotonía y las continuas subidas de precio de las plataformas digitales. ¿Ocurrirá lo mismo con los videojuegos?
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Etiquetas: Steam, Videojuegos, Industria