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Obsesión hasta el punto de enfermar: ¿La moda de los smartwatches se nos está yendo de las manos?

Personas que antes no prestaban atención a su frecuencia cardíaca ahora se encuentran comprobándola con su smartwatch varias veces al día y se quejan de que tan solo han conseguido mantenerse en fase REM durante una hora. ¿Nos estamos volviendo locos?

Mano zombie con smartwatch

Generado con IA, Adobe Firefly/Computer Hoy

Foto del redactor Carolina González ValenzuelaFoto del redactor Carolina González Valenzuela

Redactora de Tecnología

Si miras a tu alrededor, probablemente la mayor parte de las personas que ves llevan un smartwatch en su muñeca. La tecnología que se lleva encima y que además da cierto toque de estilo como estos relojes o incluso ese boom que se avecina con los anillos inteligentes, no está dejando indiferente a nadie.

Todo el mundo se quiere hacer con uno de estos relojes, ya sea más o menos caro, porque les mide los pasos que dan diariamente, las calorías que queman o incluso las horas de sueño de calidad que han tenido.

Rutinas en un Huawei Watch Fit 3

Y lo cierto es que si lo miras por encima, parece que no hay nada de malo. Al final se está promoviendo el deporte y el control de la salud de las personas, algo que antes, tristemente, se estaba pasando por alto en muchos casos. Sin embargo, esta tendencia hacia la monitorización constante ha despertado serias preocupaciones sobre si estamos llevando nuestra obsesión por la salud a un extremo que curiosamente es insalubre

A todo esto se le suma, tal y como nos explica Laura Martínez Rodes, Psicóloga General Sanitaria en Policlínica MAIO, en una entrevista para Computer Hoy que “los smartwatches permiten comparar estos datos con los de otras personas a través de apps de fitness y redes sociales, utilizando elementos de gamificación como desafíos, recompensas y tablas de clasificación. Esto puede
mejorar la salud y el rendimiento a través de la autosuperación y la competencia con otros”.

“Podría convertirse en un peligro si no se maneja de una manera equilibrada y consciente”

apple watch se

Desde el ritmo cardíaco y el nivel de oxígeno en sangre hasta la calidad del sueño y la actividad física diaria, los smartwatches han facilitado que las personas se mantengan informadas sobre su estado de salud en tiempo real.

Empresas como Apple, Samsung y Fitbit lideran este mercado, cada una ofreciendo características increíbles que van desde electrocardiogramas (ECG) hasta detección de caídas. Para muchos usuarios, estos dispositivos se han convertido en una herramienta indispensable para mantener un estilo de vida saludable, incentivándolos a moverse más, dormir mejor y mantenerse alerta a cualquier señal de alerta médica.

El problema es que, para algunos, la comodidad de tan solo levantar su muñeca y tener acceso constante a métricas de salud se ha convertido en una obsesión. Personas que antes no prestaban atención a su frecuencia cardíaca —o que incluso ni saben qué significa un dato u otro— ahora se encuentran verificándola varias veces al día. 

Dejando a un lado casos privados que ya han derivado en trastornos de la salud, las notificaciones sobre la calidad del sueño pueden generar ansiedad en quienes no logran alcanzar las metas recomendadas por sus dispositivos. Esta vigilancia constante puede llevar a un fenómeno conocido como “ansiedad por la salud”, donde la persona se preocupa excesivamente por cómo está a partir de las lecturas de su smartwatch.

 

Todo esto puede derivar también en lo que se denomina como hipocondría digital, una condición en la cual las personas interpretan erróneamente los datos de salud dados por sus dispositivos, creyendo que están enfermos cuando en realidad no lo están. Al final, médicos u enfermeros —y otras tantas profesiones relacionadas— son solo unos pocos, pero parece que ahora todo el mundo entiende de salud. 

Esta obsesión también puede tener un impacto negativo en la salud mental. La presión de cumplir con los objetivos diarios, la ansiedad por las lecturas constantes y la comparación con los logros de otros pueden contribuir a un aumento del estrés y la insatisfacción personal. En lugar de ser una herramienta para mejorar la salud, el smartwatch puede convertirse en una fuente de presión y ansiedad. Qué ilógico.

Viendo que esta moda está lejos de acabar —y lo cierto es que todo depende del provecho que se saca a estos dispositivos—, es vital reconocer los límites y evitar caer en una locura obsesiva que pueda perjudicar tanto tu salud física como mental. Como en muchos aspectos de la vida, el equilibrio es la clave.

“Existe el riesgo de que su uso excesivo pueda convertirse en una especie de ‘epidemia’ o dependencia tecnológica, lo que podría conllevar efectos negativos en la salud mental y social de las personas, como ansiedad, depresión y falta de concentración constante. Para evitar esto, es crucial fomentar la educación sobre el uso equilibrado y consciente de estos dispositivos”, finaliza la experta.

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Etiquetas: Entrevistas, Alimentación, Salud, Deporte