No te vas a creer cómo funcionan los autobuses urbanos en Japón: el pelo humano es fundamental

¿Qué tiene que ver un autobús urbano japonés con el pelo humano de la India? Sin la pelambrera humana, habría que cambiar el funcionamiento de los autobuses.
En Japón son famosos por hacer las cosas a su manera. Incluso en las situaciones más cotidianas. El cobro en los autobuses urbanos japoneses es muy peculiar, pero más el uso de pelo humano. Que además tiene que ser de la India, no vale el de ningún otro país. La explicación es muy curiosa.
Si has viajado a Japón y has cogido alguna vez el autobús, te habrás dado cuenta de que el sistema de uso es diferente al de España, y cualquier otro país.
Tal como cuentan las webs Traffic News y Togetter, y SoraNews24, cuando coges un autobús en Japón, no entras por la puerta delantera como aquí, sino por la trasera. Allí hay una máquina que te ofrece un ticket. Según edades y otros beneficios, cada persona paga una tarifa diferente, que aparece en una pantalla.
Otra diferencia es que no pagas el viaje al principio del trayecto, sino al final. Cuando llegas a tu destino, bajas por la puerta delantera, donde está el conductor. Allí hay una curiosa máquina con un agujero, en donde echas al mismo tiempo el ticket, y el dinero de la tarifa.
Los autobuses japoneses y el pelo humano de la India
Aunque mucha gente ya paga con tarjeta, Japón es uno de los países en donde más se sigue usando el dinero en metálico.
Debido al ajetreo y las aglomeraciones habituales, es normal que varias personas acaben echando al mismo tiempo su billete y sus monedas. Increíblemente, la máquina es capaz de separar los tickets y el dinero, y procesar los pagos. Lo curioso es cómo lo hace.
En este vídeo puedes ver dicha máquina en funcionamiento. En la parte final se ve cómo separa los billetes de las monedas:
Las monedas se separan y leen como en las clásicas máquinas tragaperras: por su tamaño, dejándolas caer por huecos de diferente grosor.
La clave está en cómo separan los tickets de las monedas. Para ello usan un cepillo tan sensible que es capaz de sujetar el papel mediante electricidad estática (frotamiento), y al mismo tiempo deja caer las monedas.
Y aquí tenemos la conexión: tras infinitas pruebas con materiales plásticos y pelo animal, los creadores de la máquina han comprobado que los cepillos que menos fallos producen a la hora de procesar tickets, son los creados con pelo humano. Pero no vale cualquier pelo.
Resulta que el pelo de las personas de China o India tiene la firmeza y las propiedades electroestáticas óptimas para hacer el trabajo.
Antes se usaba pelo chino, pero desde hace años han cambiado al pelo indio, porque es más barato. En la India es una tradición que los peregrinos se corten la coleta y la donen a los templos. Estos las venden para pelucas o, como es el caso, para crear los cepillos ultrasensibles de las máquinas de los autobuses de Japón. Una curiosidad más de un país único, en todos los sentidos.
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Descubre más sobre Juan Antonio Pascual Estapé, autor/a de este artículo.
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