Logo Computerhoy.com

El único pasajero japonés del Titanic perdió su honor al salvar la vida: así lo recuperó 60 años después

El único pasajero japonés del Titanic perdió su honor al salvar la vida: así lo recuperó

Fondo: Getty Images

Si eres japonés y estás a punto de naufragar en un crucero, más te vale hundirte con el barco, o serás repudiado toda tu vida.

Masabumi Hosono era un funcionario japonés que llevaba dos años fuera de casa. Su único anhelo era volver a ver a su mujer e hijos. "Con cada dorado amanecer, estoy más cerca de casa", escribió. Pero el 14 de abril de 1912, su vida cambió para siempre. Se convirtió en un superviviente del Titanic, y por eso fue repudiado hasta su muerte. Su familia consiguió restaura su honor... 60 años después.

La triste historia de Masabumi Hosono, el único japonés que viajaba en el Titanic, es un choque cultural entre diferentes conceptos de honor: el occidental, y el japonés. Conceptos que se ponen en duda cuando estás a punto de morir, y hay un hueco libre en un bote salvavidas.

Masabumi Hosono era un funcionario japonés, director de ferrocarriles, que había viajado a Rusia para estudiar el sistema ferroviario ruso. Tras dos años fuera de casa, tenía pensado regresar vía Londres y Estados Unidos. Así que compró un billete de segunda clase en el Titanic.

Superviviente del Titanic: ¿Cobardía, o instinto de supervivencia?

La noche del 14 de abril de 1912, Hosono fue despertado bruscamente por un mayordomo: tenía que acudir a un bote salvavidas con la máxima urgencia. Al acceder a ellos fue bloqueado por dos marineros, que creían que era un pasajero de tercera clase, sin derecho a bote salvavidas. Consiguió demostrar que estaba en segunda clase, pero ya habían partido cuatro de los botes.

Masabumi Hosono comenzó a aceptar que moriría allí. Pero no podía dejar de pensar en su familia: "estaba sumido en la desolación del pensamiento de que ya no podría ver a mi amada esposa e hijos, ya que no habría otra alternativa para mí que compartir el mismo destino que el Titanic".

Un escaneado digital a tamaño real hecho con 70.000 fotos muestra el Titanic hundido como nunca lo has visto

No era el fin. Una última oportunidad llamó a su puerta. Oyó un grito: "¡Hueco para dos más!", y vio como un caballero se metía en el bote. Sin pensarlo, porque era una decisión de un segundo, hizo lo mismo. Aquella decisión le convirtió en un cobarde, a ojos de Estados Unidos y de Japón.

Irónicamente, los tripulantes del bote, casi todos mujeres y niños que sollozaban por sus maridos y padres, salvaron la vida porque Masabumi Hosono fue uno de los que remó con todas sus fuerzas, según testigos, alejando el bote salvavidas de las cuatro explosiones del Titanic, y de la succión que provocó su hundimiento, que lo habría engullido.

Titanic

"Volvieron de nuevo los espantosos chillidos y gritos de los que se estaban ahogando en el agua. Nuestro bote estaba lleno de mujeres y niños que sollozaban y lloraban preocupados por la seguridad de sus maridos y padres. Y yo también estaba tan deprimido y miserable como ellos, sin saber que sería de mí a largo plazo", escribió más tarde.

Pero cuando el bote fue rescatado por el Carpathia, comenzó su pesadilla. Había roto (involuntariamente) el código de honor occidental, "las mujeres y los niños primero". Y el código de honor samurái, que le obligaba a hundirse con el barco.

SOS

Hosono escribió una carta a su familia y un relato del hundimiento en un periódico viejo tras ser rescatado, el único testimonio que existe en primera persona del hundimiento del Titanic.

Ya en el Carpathia, los marineros comenzaron a reírse de él. La prensa de Estados Unidos llevó a llamarlo "el polizón chino", y corrió el bulo de que se había disfrazado de mujer para subirse al bote salvavidas.

Cuando regresó a Japón, fue repudiado por no seguir el código samurái y por no cumplir con el código occidental "las mujeres y los niños primero". Le aplicaron lo que allí llaman mura hachibu, es decir, el ostracismo social.

En su trabajo dejaron de asignarle tareas importantes, y sus amigos le dieron la espalda. Recibía todos los días docenas de cartas de odio, y cada poco tiempo la prensa le instaba a suicidarse mediante el Harakiri (clavarse un cuchillo en el estómago).

Masabumi Hosono se encerró en casa durante más de 25 años, y solo salía para ir a trabajar. Prohibió a su familia volver a hablar del Titanic. Falleció en 1939.

Casi 60 años después, con motivo del estreno de la película Titanic, en 1998, su familia entregó a los medios de comunicación la carta que Masabumi Hosono escribió sobre su aventura en el Titanic, que puedes leer aquí.

am el Insumergible, el gato que sobrevivió a tres hundimientos de buques en la Segunda Guerra Mundial

En 60 años el código de honor japonés había evolucionado, y el hecho de que ayudó a salvar el bote al remar durante más de una hora con todas sus fuerzas, jugó a su favor. Su honor fue restablecido, aunque murió sufriendo la vergüenza del mura hachibu.

Los últimos párrafos de la carta, son desoladores:

"Si me hubieran arrastrado al fondo del océano con el Titanic, podría haber tenido una muerte noble. Habría sido un héroe en los libros de texto en lugar de un villano.

En aquella fría y aterradora noche de abril, en un solo momento, aproveché una oportunidad. Y elegí la vida. Pero mi bote salvavidas se convirtió en mi bote de la muerte".

Conceptos intangibles que cambian con los años y las culturas, como el honor, cambiaron la vida del único japonés que viajaba en el Titanic. Cuando te enfrentas a la muerte, es difícil mantener la cabeza fría. Masabumi Hosono vio una última ocasión de volver a ver su familia... y la aprovechó. ¿Podemos juzgarlo?

Descubre más sobre , autor/a de este artículo.

Conoce cómo trabajamos en Computerhoy.

Etiquetas: Viral, Curiosidades