El aceite de oliva es un elemento fundamental en la cocina española, ya que se destaca como uno de los productos más vendidos y ampliamente empleados en la gastronomía local. 

Sin embargo, en medio de la constante escalada de precios, surge la pregunta de cuántas veces es viable reutilizar este valioso recurso sin comprometer la salud.

Cómo hacer una tortilla francesa sin aceite ni sartén, y sin manchar nada

¿Conoces la verdadera cantidad de veces que puedes aprovecharlo sin que pierda sus propiedades? La respuesta, más compleja de lo que se podría pensar, está intrínsecamente vinculada al tipo de aceite y a los alimentos que estás cocinando.

La práctica más recomendable es optar por el uso de aceite fresco en cada preparación que implique freír, ya que con cada uso se acumulan sustancias perjudiciales que pueden afectar negativamente la salud a largo plazo. 

Algunos de los peligros asociados a reutilizar el aceite muchas veces:

• Formación de compuestos tóxicos: Con cada uso, el aceite se somete a altas temperaturas, lo que puede llevar a la descomposición. Esto da como resultado la formación de aldehídos y radicales libres, los cuales son negativos para la salud.
• Incremento de acidez: Reutilizar el aceite de freír puede aumentar su acidez, especialmente si se emplea en la fritura de alimentos con alto contenido de agua. Esto puede contribuir a problemas gastrointestinales. 
• Degradación de antioxidantes naturales: El aceite de cocina, especialmente el de oliva, contiene antioxidantes naturales que pueden degradarse con el tiempo, pero sobre todo con el calor. Al final, la pérdida de estos compuestos puede disminuir la capacidad del aceite para contrarrestar los efectos negativos de los radicales libres en el cuerpo.
• Incremento del colesterol oxidado: Reutilizar el aceite puede dar como resultado la oxidación del colesterol presente en este líquido, si lo consumes de esta forma podrías aumentar el riesgo de padecer alguna enfermedad cardiovascular.
• Problemas digestivos: Algunas personas pueden experimentar problemas digestivos, como irritación estomacal o malestar, sobre todo al consumir alimentos fritos en aceite que ha sido reutilizado varias veces. 

Si tienes el hábito de reutilizar el aceite de freír, es esencial que sigas unas cuantas prácticas para no afectar tu salud. Por ejemplo, el aceite que has reutilizado debes mantenerlo alejado del calor y la luz, y evitar freír a temperaturas excesivamente altas. 

Además, prestar atención a cambios en el color, olor y sabor del aceite puede ayudar a determinar cuándo es el momento adecuado para tirarlo y evitar problemas cardiovasculares o irritación estomacal. 

¿Cuántas veces se puede reutilizar el aceite para freír alimentos?

Antes de nada, para conocer exactamente cuántas veces puedes reutilizar el aceite de freír, es primordial conocer algunos de los tipos aceites que se comercializan en el mercado, y los que más se suelen consumir.

De acuerdo con la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), si vas a cocinar patatas crudas se sugiere el uso de aceite de orujo de oliva, manteniendo una temperatura entre 160-170 grados centígrados, ya que absorben menos grasa a esta temperatura, conservando su ligereza. 

La recomendación de los expertos ante el aceite de oliva virgen con este aspecto

Sin embargo, si vas a cocinar nuggets o croquetas, debes optar por el aceite de oliva o el girasol, puesto que este último, sin aditivos, resiste hasta 25 frituras, mientras que el alto oleico con antiespumantes puedes reutilizarlo unas 35 veces. 

Por otro lado, para sardinas o boquerones, los aceites de orujo y oliva son los mejores para freír, y en este caso puedes utilizarlos unas 25 veces. Sin embargo, si notas que cambia su tono a un rojizo, se forma espuma y deja de calentar como antes, es hora de no usarlo más.