La recomendación de los expertos ante el aceite de oliva virgen con este aspecto
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Esta apariencia en el aceite de oliva es más frecuente de lo que puedas imaginar y ha suscitado dudas en la mente de numerosos consumidores respecto a la calidad del producto.
Si alguna vez has visto una botella de aceite de oliva con un aspecto extraño, con grumos en el interior y un líquido que parece turbio o blanquecino, no te preocupes, no es un problema ni mucho menos.
Se trata de un fenómeno que es más común de lo que crees y ha llevado a muchos consumidores a cuestionar la calidad del producto. Por supuesto, es comprensible que la apariencia sea un factor determinante a la hora de comprar alimentos, ya que se asocia la frescura y la calidad con lo que ves.
El dilema de los grumos blancos en el aceite de oliva
¿Por qué ocurre esto? Los expertos en el tema, como Miguel A. Lurueña, doctor en Ciencia y Tecnología de Alimentos, ha arrojado luz sobre este misterio.
Cabe señalar que el aceite de oliva está compuesto principalmente de triglicéridos, que son moléculas compuestas de tres ácidos grasos unidos a una molécula de glicerol. Son moléculas orgánicas que se componen de carbono, hidrógeno y oxígeno.
De esta manera, Lurueña explica que a bajas temperaturas, generalmente alrededor de los 18 grados, algunos de los ácidos grasos del aceite de oliva se solidifican, forman grumos o bolas que pueden hacer que el aceite tenga un aspecto blanquecino o turbio.
La aparición de estos grumos no es un signo de que el aceite esté en mal estado, de hecho, no altera sus propiedades, ni su sabor, ni su olor, por lo que no es perjudicial para la salud.
Por lo tanto, la próxima vez que te encuentres con un aceite con estas características, recuerda que no es motivo de preocupación, es completamente normal en algunas marcas.
Esto significa que no afecta la calidad ni las propiedades del líquido, es por esta razón que los expertos y la ciencia explican este fenómeno. Además, alientan a las personas a simplemente calentarlo, ya que seguir este proceso el aceite volverá a su estado líquido natural.
La apariencia puede engañar, pero en este caso, no es malo para la salud, por lo que si vas al supermercado y te vuelves a topar con una botella de aceite de oliva con grumos blancos, recuerda que no está en mal estado y el producto está en perfectas condiciones para su consumo.
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