En muchos sentidos, parece que el tiempo se ha ralentizado. Al menos, sociológicamente hablando. Hace no tanto, una persona de 40 años ya empezaba a ser un “carroza”, mientras que hoy en día contar con cuatro décadas a tus espaldas no parece suponer ningún problema para seguir considerándote (y siendo considerado) prácticamente un chaval. 

Un fenómeno, si se quiere definir así, que tiene unos claros protagonistas: los llamados milénial o millennials. Durante bastante tiempo, la gente nacida entre principios de los 80 y mediados de los 90 han sido considerados jóvenes. ¿Lo curioso? Que en muchos sentidos continúa siendo así, a pesar de que muchos ya hayan cumplido los 40. ¿Por qué sucede? 

La generación millennials, ¿una juventud madura?

Puede que, si se mira con cierta perspectiva, existan diversas razones para entender que hoy en día se envejezca más despacio. Todo, hasta cierto punto, tiene su lógica. Es verdad que los millennials siguen considerándose prácticamente jóvenes a pesar de rondar (o superar) los 40 años. Pero tampoco puede decirse que quienes están en los 60 sean ancianos, como antes sí sucedía. 

Es decir que, aunque no puede decirse que la esperanza de vida haya aumentado tantísimo (la media en España está en los 83,3 años para las mujeres y 78,9 años para los hombres), todo va más lento. Y probablemente para encontrarle una explicación al asunto no haya que mirar tanto en las causas biológicas como en las sociológicas, más bien. 

Hace treinta o cuarenta años, era habitual que la gente tuviese la vida más o menos resuelta antes de cumplir los 40: la casa pagada, la familia generalmente montada y un trabajo razonablemente fijo. Una realidad que, en gran medida, choca con la actual, en la que todo resulta mucho menos estable. Por no hablar de las dificultades de las relaciones para no terminar en divorcio. 

Sin embargo, no todo es negativo. Este cambio de actitud generacional, que ha prolongado la juventud considerablemente, también parece haber acabado con un momento tradicionalmente complicado para muchos: la tan temida crisis de los 40, que cada vez parece importar menos. 

¿Cómo afecta la tecnología a los millennial?

Otro aspecto que parece influir en que hoy en día los 40 años sean algo así como los nuevos 30 puede estar en la tecnología. En el auge de Internet, para ser exactos. Los móviles y las redes sociales proporcionan a los jóvenes una conectividad constante que, de alguna forma, pueden dificultar el desarrollo de habilidades sociales y emocionales necesarias para la madurez.

Además, la tecnología tiende a proporcionar entretenimiento y gratificación instantáneos, lo que puede disminuir la motivación de los jóvenes para buscar y participar en experiencias significativas fuera del mundo digital. La ausencia de estos retos puede retrasar el desarrollo de la autonomía y la independencia, con todo lo que eso trae consigo. 

En definitiva, y para bien o mala mal, está claro que los millennial son un claro reflejo de la sociedad actual y del cambio que se ha producido en la forma de envejecer. Cumplir hoy los 40 no es como cumplirlos antes. Al menos, en nuestras cabezas.