El tóxico método de Bill Gates para decidir quiénes eran los mejores empleados de Microsoft
Depositphotos
- Bill Gates espiaba a sus empleados desde la ventana del despacho para comprobar quién salía antes del parking.
- Con el tiempo ha reflexionado sobre estos métodos y los ha dejado de lado, ahora considera el descanso y las vacaciones fundamentales.
- Bill Gates saca a relucir los trapos sucios y revela su gran enfrentamiento con Elon Musk.
El equilibrio entre la vida laboral y personal se ha convertido en una piedra angular de la cultura empresarial moderna. Sin embargo, no siempre fue así. Bill Gates, cofundador de Microsoft, recientemente reveló un peculiar método que utilizaba en sus primeros años para determinar la dedicación de sus empleados, y es una práctica que muchos hoy considerarían poco menos que tóxica.
"Me aprendí las matrículas de los coches de todos los empleados", confesó Bill Gates en una entrevista a la BBC. Este singular método le permitía vigilar el estacionamiento y registrar las horas de entrada y salida de sus trabajadores.
Así, desde la ventana de su despacho, Bill Gates podía observar quienes se iban pronto, a la hora o se quedaban más horas, y consideraba peores trabajadores a aquellos que se marchaban los primeros de la oficina.
Una estrategia que, en retrospectiva, refleja una obsesión por la productividad y una equívoca relación entre las horas pasadas en la oficina y el valor del trabajo producido. Paul Allen, co-fundador de Microsoft y colega cercano de Gates, corroboró la intensidad de esta cultura.
Refirió cómo la empresa se convirtió en un entorno de mucho estrés en el que Bill Gates conducía a los demás con dureza. Las implicaciones de este enfoque eran claras: para Bill Gates, la clave del éxito se medía por la presencia, convirtiéndolo en una especie de “capataz” que rondaba el estacionamiento, particularmente los fines de semana.
Bill Gates ya ha abandonado este tipo de prácticas
Más allá de las evidentes implicaciones sobre la privacidad y la ética de tal práctica, este método dejaba entrever un problema más profundo. Establecía una cultura donde el esfuerzo se juzgaba por las horas invertidas y no por la calidad del trabajo.
Es preocupante pensar en la presión que esto podría haber causado a los empleados, sintiendo la necesidad de quedarse tarde simplemente para ser vistos bajo un prisma positivo. Con el tiempo, Bill Gates abandonó esta práctica tan tóxica. Con el crecimiento y evolución de Microsoft, reconoció la necesidad de alejarse de este control obsesivo.
Durante un discurso en la Universidad del Norte de Arizona, destacó la importancia del descanso y la conciliación con la vida personal, aconsejando a los jóvenes a tomarse un respiro cuando lo necesiten.
La confesión de Bill Gates sobre su antiguo método sirve como recordatorio de los errores que incluso los más brillantes pueden cometer. En una era donde la salud mental y el bienestar son primordiales, es crucial no olvidar que la verdadera productividad se mide no por las horas en un reloj, sino por la calidad y eficiencia del trabajo realizado.
Otros artículos interesantes:
- Bill Gates competía por dormir menos que nadie en la oficina y se arrepiente: “Consideraba que descansar es de perezosos”
- El día que Bill Gates apareció en un anuncio de Apple, con una camiseta Macintosh
- Silla ergonómica Sihoo Doro S300: la tecnología más avanzada al servicio del mejor diseño y la máxima comodidad
Descubre más sobre Raúl Barrón, autor/a de este artículo.
Conoce cómo trabajamos en Computerhoy.