Frases que nunca deberías decir en un taller si no quieres tener problemas
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Es lo primero que todo el mundo le dice al encargado del taller, cuando lleva su coche a arreglar. Pero según un mecánico inglés, a ellos les sienta muy mal.
Llevar el coche al taller es como ir al dentista. Sabes que te van a clavar una pasta. Y no puedes hacer nada. Estás nervioso, impaciente, porque seguramente necesitas el coche, y no sabes lo que te va a costar. Así que preguntas al encargado del taller. Pero cuidado con lo que dices, porque puede ser contraproducente.
Nuestro compañero David López de Auto Bild ha recopilado una entrevista que el medio británico The Sun le hace a un mecánico inglés, preguntándole por las tres cosas que nunca hay que decir en un taller.
La entrevista ha causado polémica, porque son las tres preguntas más frecuentes que a todo el mundo le vienen a la cabeza, cuando tienes que llevar el coche al taller.
Tres preguntas prohibidas en el taller de coches
La primera pregunta es la más obvia: ¿Cuándo estará listo el coche? Es cierto que el profesional no puede saberlo con precisión, pero tampoco le pedimos eso. Al menos, que nos dé una aproximación. Pues ni eso.
Según este mecánico británico, "los clientes no deberían preguntar cuánto tiempo tardarán en reparar su coche, porque pueden producirse retrasos en el trabajo y en la espera de piezas". Y continúa: "Lo importante es que el taller mantenga informado al cliente de lo que sucede", añade.
Una respuesta muy poco satisfactoria para los clientes, seguro...
La segunda pregunta sigue la misma línea: ¿Cuánto va a costar la reparación? Como la anterior, la mayoría de la gente no pide el precio exacto, sino una aproximación.
"Tener una idea general sobre lo que nos pueden cobrar está bien, pero insistir en conocer el precio exacto es algo que puede irritar al reparador". Según este mecánico, nunca debemos intentar negociar el precio.
La tercera pregunta sí tiene más sentido común: nunca debemos decir que hemos elegido el taller porque nos pilla cerca de casa. Esto parece que no gusta a los profesionales, aunque sea la pura verdad...
A lo mejor es que los mecánicos británicos son demasiado quisquillosos, pero por si acaso, no hagas estas tres preguntas en el taller cuando lleves a arreglar el coche. Te arriesgas a enfadar al encargado del taller, y puede que no se den la prisa necesaria.
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