En China, como en la mayoría de los países del mundo, los móviles están prohibidos en el interior de los colegios e institutos. Pero allí tienen una forma muy "gráfica" de demostrarlo. Si pillan a un alumno con el móvil, se lo destrozarán a martillazos y lo meterán en un cubo de agua.

Un vídeo subido por un instituto de la provincia de Hunan, en China, ha causado polémica por su forma de aplicar las normas: todo alumno al que pillen usando el móvil dentro del recinto educativo, se lo destruirán por completo.

En China son muy muy estrictos con los móviles y los videojuegos, pese a que tienen potentes industrias que se dedican a ello. Por ejemplo, los menores de edad solo pueden jugar a videojuegos una hora y media el fin de semana, y solo en ciertos horarios.

El problema de los colegios y los móviles en China

Según cuenta el medio local SCMP, en China está prohibido usar el móvil en el interior de los centros escolares. En algunos casos lo pueden llevar apagado. En otros, directamente tienen prohibido llevarlo. Pero muchos alumnos se saltan la norma.

Cansado de la desobediencia de los estudiantes, el director de este colegio de Hunan decidió convocar a todos los alumnos en el patio. Los hizo formar militarmente, hasta con banderas. Y entonces un soldado con varios móviles y un martillo, subió al escenario. Puedes verlo en este vídeo:

El militar comienza a romper los móviles con el martillo, y luego los mete en un cubo de agua, ante la mirada perpleja de los alumnos.

Mientras, micrófono en mano, el director suelta el discurso: "Si encontramos un móvil, no pasará inadvertido. Lo destruiremos y lo lanzaremos al agua. Una vez que entráis en el campus, tenéis que apagar el móvil".

Mucha gente en redes ha apoyado al director, mientras que otros creen que es innecesaria tanta exhibición de violencia. Y destruir el móvil es un desperdicio.

Escalan la fachada del instituto para hacer trampas en los exámenes

Debido a la polémica, el director del instituto ha asegurado en una entrevista que los móviles estaban defectuosos, y que su "destrucción" tenía el permiso de los padres, que habían sido consultados antes. También asegura que tanto los padres como los alumnos están de acuerdo con esta norma extrema.

En España, destruir el móvil a martillazos de los alumnos que son pillados usándolo en clase, tendría difícil aplicación. Pero seguro que más de uno pediría implantarlo...