En el año 2017 los móviles BQ se definían como "alternativas más asequibles a los buques insignia de los gigantes del mercado que, para el precio que tienen, no decepcionan". Sin embargo, el tiempo no ha sido bueno con esta marca.

Ha pasado de ser la apuesta española para luchar en la industria del smartphone a nivel mundial, a enfrentarse a su liquidación tras un año de disputa accionarial. La deuda de esta marca española asciende a 41 millones, según indican medios como La Información. 

La empresa se enfrenta actualmente a una deuda de 40,9 millones de euros de entidades financieras, proveedores y empleados, a la que solo puede hacer frente con un activo de apenas 13 millones. Después de meses de problemas financieros y acumulando atrasos en los pagos, a principio de febrero se declaró el concurso de acreedores voluntario de BQ.

A pesar de las buenas expectativas, la competencia resultó ser demasiado fuerte para los teléfonos de BQ. Los fabricantes asiáticos comenzaban a despuntar con sus móviles low-cost más atractivos en relación calidad-precio. Como resultado, en febrero de 2019 se hizo efectiva la compra de Vingroup un holding de Vietnam, centrado en el mercado inmobiliario y que se quedó con el 51% de los derechos de voto.

Lo que parecía una solución, terminó en una batalla por las acciones y acabaron perdiendo a su socio financiero más importante, el fondo Diana Capital que les había apoyado casi desde el principio. BQ llegó a tener una buena serie de smartphones, lectores de libros electrónicos y una división para robótica e impresión 3D. 

La empresa Vingroup, por su parte, estaría tanteando a otro fabricante de smartphone, LG. A pesar del interés que despiertan algunos modelos nuevos de LG como el LG Rollable, se rumorea que la empresa está tratando de vender su división de smartphone y estaría en conversaciones con Vingroup, aunque aún no se ha confirmado ningún acuerdo.