En los últimos años, numerosos estudios ha relacionado la inflamación con numerosas enfermedades cardiovasculares, y con la artritis. ¿Cómo podemos combatirla?

La inflamación es un término médico que hace referencia a la respuesta inmune del organismo para curar heridas, o combatir virus y bacterias.

Un poco de inflamación es una respuesta natural de nuestro cuerpo, y puede ser beneficiosa para sanar. El problema es cuando esta respuesta inflamatoria no desaparece, y se convierte en crónica.

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El té es conocido por sus propiedades antioxidantes, que refuerzan el sistema inmunológico, y antiinflamatorias, que reducen la inflamación.

Existen muchas variedades de té, pero la web médica Dr. Axe recomienda estas cinco por sus propiedades potenciadas.

Té de camomila

El té de camomila, además de los beneficios mencionados, es un calmante del dolor, que se lleva usando desde hace 5.000 años.

Así que se puede tomar para calmar algún dolor leve que estemos sufriendo, como beneficio adicional.

Es un té muy común que se vende en bolsas de té, o en hierbas sueltas.

Yerba Mate

Aunque no es muy conocida en España, la Yerba Mate se puede encontrar fácilmente en tiendas como Amazon.

Se toma de muchas formas diferentes, pero también se vende en forma de bolsas de té.

No solo potencia el sistema inmunitario, sino que también tiene múltiples nutrientes: vitaminas, minerales, taninos, aminoácidos y clorofila.

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Té de jengibre

Aunque el jengibre no es una hierba, al menos en la forma en que se consume a través de su raíz, se puede comprar en forma de bolsitas de té en cualquier supermercado.

A sus propiedades antiinflamatorias añade su capacidad para calmar el dolor de estómago, y controlar el colesterol y los niveles de azúcar en sangre.

Té verde

El té verde es una de las bebidas más consumidas del mundo.

Numerosos estudios han comprobado sus propiedades antiinflamatorias, así como sus beneficios para la tensión arterial.

Existen muchas variedades de té verde. Se prepara como cualquier otro té, con agua caliente, pero se le puede añadir miel o zumo de limón para equilibrar su sabor.

El té verde matcha es una de las variedades más recomendadas.

Té de cúrcuma

Como el té de jengibre, el té de cúrcuma está hecho a partir de raíces de una planta.

Se vende en bolsas de té convencionales y solo necesita un poco de agua, aunque se suele combinar con limón o miel.

Es recomendable que el propio té incluya un poco de pimienta, o añadirla nosotros, ya que potencia el efecto de la curcumina, que es un compuesto que a nuestro organismo le cuesta absorber.

Otra bebida muy recomendable es este zumo antiinflamatorio que puedes preparar de forma muy sencilla.