Las criptomonedas no están atravesando su mejor momento y, de hecho, en las últimas semanas se ha visto una caída global en el precio de las principales divisas virtuales. Parece que el mercado que muchos defendían está cada vez más cerca de derrumbarse, aunque algunos todavía defienden el hecho de apostar por este tipo de activos.

Entre las principales bazas que emplean estas personas para intentar convencer al público general está el hecho del anonimato de las transacciones. Y, es que, hasta ahora al enviar o recibir estas divisas los usuarios detrás de estos movimientos quedaban completamente ocultos y, por lo tanto, no había forma de rastrear los movimientos.

Parece una situación ideal para personas que se dedican a realizar movimientos fraudulentos o al blanqueo de capitales. Pero esta situación tendría un final bastante claro y este llegaría de la mano de la Unión Europea. Hoy ha anunciado varias acciones para el futuro como extender el roaming y terminar con el anonimato de las criptomonedas.

En resumidas cuentas, lo que pretende la Unión Europea es que se aplique cierto control sobre las diferentes plataformas de criptomonedas que se emplean para la compra y venta de estos activos. El Reglamente de Transferencia de Fondos o TFR sería el encargado de poner en práctica lo que pretende la Unión Europea.

Siendo así que las plataformas como, por ejemplo, Coinbase tendrán que registrar todos los movimientos hechos independientemente de la cantidad. Los datos que se recogerían es tanto la información acerca de la transacción como el beneficiario y, lógicamente, la persona que envía las diferentes divisas utilizando esta plataforma.

Como hemos adelantado no hay una cantidad mínima para que este nuevo reglamento se aplique y, es que, la Unión Europea ha declarado que los movimientos de criptomonedas burlan las reglas existentes basadas en los umbrales de transacción debido a su naturaleza y, sobre todo, a la velocidad prácticamente instantánea.

Está claro que el movimiento por parte de la Unión Europea tiene el cometido de evitar que se blanquee dinero o se realicen movimientos de dudosa procedencia utilizando las criptomonedas. Lo que ocurre es que esta decisión no ha resultado popular para aquellos usuarios que emplean estas divisas y para las diferentes plataformas.

Por el momento todavía hay muchos cabos que atar y, de hecho, el Reglamento de Transferencia de Fondos es una propuesta que ha de pasar varias fases. Lo que ha asegurado la Unión Europea es que, pese a que se conocerán datos que antes eran anónimos, estos seguirán bajo las leyes de protección de datos.