Como informa el medio NotebookCheck, el corresponsal de guerra @Osinttechnical tuiteó un vídeo de un soldado ucraniano mostrando su smartphone con la bala incrustada en la carcasa.

No podemos ver el teléfono en el vídeo, pero se cree que la funda es la S-View Flip Cover Case para el Galaxy S20 Ultra. Un usuario de Twitter tradujo el vídeo, revelando que el soldado dijo que su teléfono costaba alrededor de 675 dólares, sugiriendo además que se trata de un Galaxy S20 Ultra.

El soldado atribuye al teléfono y a su placa de identificación el haberse salvado la vida, dejando entrever que es bastante seguro que el Galaxy S20 Ultra y su funda no habrían podido hacer el trabajo por sí solos.

Aun así, es una demostración impresionante del antiguo buque insignia de Samsung, que lo hizo bastante bien en las pruebas de durabilidad de JerryRigEverything hace unos años y que tanto nos gustó en esta casa en su análisis.

Este no es el primer caso de teléfonos a prueba de balas. Ya en 2016, un antiguo ejecutivo de Nokia afirmó que un Nokia 301, lanzado por primera vez en 2013, salvó a un hombre en Afganistán al detener una bala.

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En otras noticias sobre cómo detener balas, a principios de este mes se informó de unos auriculares Razer que desviaron una bala mientras los llevaba un joven de 18 años de Torrance (California). El proyectil atravesó el cristal de su ventana, rebotó en los auriculares Razer Kraken y fue desviado hacia una pared antes de caer en su cama.

Estas noticias nos recuerdan que los dispositivos que llevamos en el bolsillo día a día y que tanto nos conectan con el mundo, no dejan de ser placas metálicas llenas de chips y resistencias. Y, si tienes mucha suerte, hasta pueden salvarte la vida, como a este soldado.