Un reciente estudio sobre la violencia en videojuegos concluye que no existe ningún tipo de relación entre este entretenimiento y acontecimientos violentos de los seres humanos.

Llevamos unas semanas donde los videojuegos han saltado a la palestra de la polémica a raíz del tiroteo en Florida, y donde la Casa Blanca, con el presidente de Estados Unidos al frente, ha cargado duramente contra los videojuegos, no con la intención de prohibirlos, pero sí para intentar atentar sobre la libertad artística en un arte que es tan reconocido como el cine y la música.

Ahora una nueva investigación realizada por el Instituto Max Planck para el Desarrollo Humano y la Clínica Universitaria Hamburg-Eppendiorft en Alemania, ha concluido que jugar a videojuegos violentos durante largos periodos de tiempo no afecta al comportamiento de un ser humano.

Este estudio, que puede leerse en mayor detenimiento en la revista Molecular Psychiatry, se ha centrado en los efectos a largo plazo del videojuego. Para realizar el estudio han realizado pruebas a 77 personas divididas en tres grupos. Un grupo estuvo jugando a GTA V de PS3 durante dos meses una media hora diaria, mientras que otro grupo estuvo haciendo lo mismo con Los Sims 3. Después hubo un tercer grupo de control que fue citado unos meses después para otras pruebas conjuntas.

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Pues bien, tras la finalización del estudio y la conclusión de todas las pruebas, se comprobó que los niveles de ansiedad, agresividad, empatía e impulsividad de los participantes no se vio afectado en ninguno de los grupos. Únicamente tres individuos de los 208 estudiados mostraron un patrón, pero insignificante en una prueba de este tipo y que pudo deberse simplemente a un cambio en su psicología por cuestiones sociales.

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“No encontramos efectos negativos relevantes en respuesta al juego violento de videojuegos. El hecho de que evaluamos distintos dominios, y sin encontrar efectos perjudiciales en ninguno de ellos, hace que este sea el estudio más completo en su campo”, señala la investigadora Simone Kuhn. “Los hallazgos actuales de nuestro estudio contradicen claramente la conclusión previa de la Asociación Estadounidense de Psicología”, que afirmaban que jugar a títulos violentos suponían un riesgo con distintos resultados adversos.

[Fuente: gizmodo]