A día de hoy la sociedad vive en una era en la que la tecnología y la biología parece que están comenzando a mezclarse. Un ejemplo claro de esto es el crecimiento en el número de empresas dedicadas a los implantes tecnológicos en el cuerpo humano. 

Desde chips RFID que desbloquean puertas hasta dispositivos que monitorean constantemente tu salud, parece que estos conceptos de ciencia ficción cada vez se vuelven más reales.

Sin embargo, y pese a sus ventajas de las que también se hablarán en este reportaje, como no podría ser de otra forma, cualquier avance en tecnología no está exento de que los ciberdelincuentes busquen atentar contra ella. 

Los conocidos como biohackers representan un gran peligro con respecto a estos avances y ponen sobre la mesa la necesidad de resolver estos potenciales peligros que van más allá de los "simples" ciberataques que muchos conocen actualmente.

• Neuralink: una unión directa entre la mente y la máquina
• Implantes NFC, un pase de acceso a tu identidad
• Implantes de RFID y su fusión con la tecnología
• Un gran dilema ético que se suma a los potenciales ataques

Neuralink: una unión directa entre la mente y la máquina

Uno de los avances más increíbles y que acapara todos los titulares en este campo es Neuralink, la empresa fundada por Elon Musk. La visión detrás de Neuralink es crear una interfaz cerebro-máquina que permita una comunicación directa entre el cerebro humano y los ordenadores. 

Elon Musk ha expresado su visión de que Neuralink pueda convertirse en una especie de "sistema nervioso digital" que permita a los seres humanos mantenerse al ritmo del avance tecnológico y mejorar sus propias capacidades.

Si bien esto suena a ciencia ficción, el proyecto ha avanzado mucho. Hace escasos meses, la startup tuvo la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamento de Estados Unidos (FDA), para su primer estudio clínico en humanos, y ya han conseguido la aprobación de una junta de revisión independiente para comenzar a reclutar pacientes para su primer ensayo en humanos.

Este primer ensayo se centrará en reclutar pacientes con parálisis, específicamente aquellos afectados por una lesión de la médula espinal cervical o esclerosis lateral amiotrófica (ELA). 

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Sin embargo, esta conexión también plantea muchas dudas y miedos sobre la privacidad y la seguridad. ¿Quién controla y protege tus datos cerebrales? ¿Qué sucede si un hacker accede a tus pensamientos?

Si los dispositivos cerebrales están conectados a redes informáticas, existe el riesgo de que los ciberdelincuentes puedan acceder y manipular los pensamientos y las experiencias de las personas.

Otro aspecto preocupante es la idea de que Neuralink podría allanar el camino hacia la singularidad tecnológica, un escenario hipotético en el que la IA supera la inteligencia humana, desencadenando cambios impredecibles en la sociedad y la civilización. 

Si las interfaces cerebro-máquina (ICM) permiten una integración entre la mente humana y la IA, la humanidad se podría enfrentar a una transformación radical de la forma en de vivir y trabajar.

Implantes NFC, un pase de acceso a tu identidad

Los implantes NFC (Near Field Communication) son otro ejemplo de tecnología que se está integrando en el cuerpo humano. Estos pequeños chips permiten la comunicación inalámbrica a corta distancia y se utilizan comúnmente en tarjetas de acceso, móviles y dispositivos de pago. 

Algunas personas han optado por implantar estos chips en sus manos, lo que les permite realizar tareas como abrir puertas con un simple gesto de la mano, pagar o almacenar información personal.

Por ejemplo, Walletmor es una empresa que se ha basado en la tecnología NFC para generar un sistema de pago bajo la piel, que permitirá ir a cualquier sitio y pasar tu mano por el lector para realizar el pago.

Sin embargo, el problema de estos chips es si en el futuro serán cada vez más avanzados y estarán repletos de datos privados de una persona. "¿Cuánto estamos dispuestos a pagar por la comodidad? "¿Dónde trazamos la línea cuando se trata de privacidad y seguridad? ¿Quién protegerá las infraestructuras críticas y a los seres humanos que forman parte de ellas?", explica una experta en tecnología financiera. 

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Implantes de RFID y su fusión con la tecnología

Los microchips RFID son unos dispositivos que se implantan en la mano y permiten acceder a la información que contienen, así como pagar en los comercios sin necesidad de una tarjeta de crédito o dinero en efectivo.

“Cada vez más personas en Suecia se implantan chips RFID en la mano y los usan para desbloquear puertas, ‘llevar’ boletos de tren e incluso hacer pagos”, ha afirmado Ben Libberton, un doctor en microbiología del laboratorio MAX IV de Lund, en Suecia.

El mayor problema que ven los expertos a estos microchips es la seguridad y la privacidad de los datos, que pueden verse vulneradas. “A medida que estos chips se integran en más servicios digitales, revelarán más datos si se ven comprometidos. Es un punto débil en lo que respecta a la seguridad”, explica el director de comunicación de SJ, una compañía de trenes sueca, Stephen Ray.

En pocas palabras, si alguien pudiera acceder a la información en el chip, se podrían desencadenar una serie de problemas de privacidad y seguridad.

Un gran dilema ético que se suma a los potenciales ataques

A medida que se van desarrollando estas tecnologías, no se puede pasar por alto el dilema ético que presentan. La capacidad de alterar y mejorar las capacidades cognitivas y físicas plantea preguntas básicas sobre lo que significa ser humano. ¿Hasta dónde se está dispuesto a llegar para mejorar las habilidades humanas? ¿Cuál es el precio a pagar para dar pie a estas novedades?

La autonomía humana también se convierte en un tema muy candente. ¿Quién decide qué tecnologías son seguras y beneficiosas? ¿Qué papel deben jugar los gobiernos y las empresas en la regulación de estas innovaciones? 

Como ves, los avances de Neuralink y los implantes NFC o RFID tienen el potencial de cambiar el futuro, pero a medida que estas innovaciones llegan a las vidas de muchos, queda claro que se deberán resolver potenciales peligros que podrían poner en jaque a la humanidad. No todo vale.