Seguro que en algún momento has tenido una idea, pero la has descartado porque pensabas que no iba a tener futuro. Si es el caso, mejor déjate de darle vueltas y prueba suerte. 

La cantidad de gente que ha triunfado con productos de tecnología que, en algunos casos, pueden denominarse como tonterías o cosas francamente simples, han tenido un éxito masivo que les ha valido para ganar millones de euros.

En esta pequeña lista te vas a encontrar con 8 personas que triunfaron con inventos que jamás habías pensado que iban a tener éxito. Es cierto que, a día de hoy, muchas de estas cosas son absolutamente indispensables, pero la idea originaria es la que cuenta. 

Desde compras de dominios de nombres clave a principios de los 90 o los clásicos PopSockets para sujetar el móvil, hasta el primer ratón o el famosísimo palo selfie. 

Vamos allá. 

Compras de nombres de dominios

Juntar un par de palabras y esperar a que haya suerte. Casos de este tipo hay un montón en la historia de internet. 

Uno de los más lucrativos de la historia, de los que se sabe el nombre de la persona en cuestión, ocurrió en 1994, cuando Chris Clark compró el dominio pizza.com por 20 dólares. Sí, tuvo que esperar mucho tiempo, pero en 2008 logró venderlo por 2,6 millones de dólares. 

Otros ejemplos: insurance.com se vendió por unos 28,5 millones de euros; HomeAway se dejó 28 millones de euros en el dominio vacationalrental.com; hotels.com costó 11 millones de dólares. 

Lo que está claro es que una cosa tan simple como registrar un dominio en internet puede reportarte un beneficio económico inmenso. 

A día de hoy es algo mucho más complicado, pero puede ocurrir. Por ejemplo, Elon Musk compró el dominio x.com por unos 5 millones de dólares tras el rebranding de Twitter. 

El primer ratón

Técnicamente, el creador no se hizo millonario y, a día de hoy, es un absoluto indispensable del ordenador, en su momento no tuvo éxito y Doug Engelbart no cosechó ningún éxito. 

Era un dispositivo arcaico: una cajita de madera con 2 pequeñas ruedas metálicas, cuyo movimiento se transformaba a través del cálculo en un diagrama que la computadora entendía y era mostrado con una flecha en el monitor.

Su visión se anticipó mucho a su era y nunca tuvo éxito hasta 1987, cuando la patente pasó a ser de dominio público. 

Aquí entró en juego Logitech, empresa que ayudó a la difusión de este invento, que ganó ingentes cantidades de dinero con los ratones. 

The Million Dollar Page

En 2005 y a los 21 años, Alex Tew creó la página de inicio Million Dollar, la primera de su tipo. 

Vendió cerca de 1 millón de píxeles por 1 dólar por cada porción de espacio publicitario, todo ello para pagar su educación universitaria. 

Fue un éxito absoluto: en 4 meses vendió todo espacio posible después de que la web comenzara a captar la atención de los medios y se comprase todo el espacio publicitario. 

Tal fue la repercusión que abandonó la universidad, comenzó carrera como empresario y ahora es cofundador de la aplicación de meditación Calm, un unicornio que ya ha superado los 1.000 millones de dólares de valoración.

iFart

Toca remontarse a 2008, momento de los primeros años de la App Store.

Joel Colm vio la oportunidad y lanzó una app que simplemente emitía un pedo por el altavoz del dispositivo. 

En las navidades de 2008 se convirtió en la app más vendida de la App Sote y Colm llegó a ganar más de 9.000 euros al día durante varios meses desde su lanzamiento. 

Airbnb

La idea primigenia no puede ser más tonta. 

Sí, respondía a una necesidad real de Brian Chesky y Joe Gebbia, creadores de la millonaria aplicación, pero seguro que no se esperaban el éxito masivo desde que la pusieron en marcha en 2007.

¿Qué paso? Los jóvenes no tenían forma de pagar la renta de su departamento y decidieron instalar algunos colchones inflables en un cuarto vacío para recibir huéspedes y ganar algo de dinero. 

Air Bed and Breakfast, nombre con el que se conoció la app en sus inicios, ganó 160 dólares en su primera noche, después de que 3 clientes durmieron y desayunaron en la casa.

Ahora tiene unos beneficios de 1.893 millones de dólares, según su último informe financiero. 

Tamagotchi

Un simple juguete con forma de huevo que requería cuidar a una mascota digital. 

Uno de los productos más famosos de los años 90 que viene de una por entonces niña pequeña, Aki Maita, que simplemente quería tener una mascota, pero su situación económica, no se lo permitía. 

En 1994, mientras veía la televisión con sus padres, vio un anuncio en el que una madre le impedía llevar a su hijo llevar una tortuga al colegio. 

Poco después se unió con Akihiro Yokai, que prácticamente se llevó todo el mérito. 

El jueguete, durante los últimos 25 años, ha vendido más de 90 millones de unidades e incluso a tenido a redición hace unos años. 

El soporte para el móvil

A principios de la década del 2010, David Barnett creo un accesorio para el móvil para evitar que se enredasen los cables de los auriculares. 

Un par de botones gigantes que Barnett pegó en la parte trasera de su iPhone para así evitar el problema. 

Desde su lanzamiento en 2014, los PopSockets han vendido más de 40 millones de agarres por todo el mundo y los hay prácticamente de todo tipo. 

Ahora, estos botones tienen también muchas formas distintas como de anillo, con formas de personajes de series o películas o mucho más. 

Como es lógico, son empresas distintas que no tienen nada que ver con Barnett, pero esta fue la persona que popularizo este curioso accesorio que se ve en móviles de miles de personas.

Palo selfie

Alargas el brazo y no te da para que todo el mundo quepa en la foto. A día de hoy, la respuesta es simple: un palo selfie.

Un artilugio que es una tontería, dada su simplicidad, pero que es más útil de lo que parece. 

Wayne Fromm presentó la patente del palo selfie en Estados Unidos en 2005 y empezó a vender el llamado QuikPod. 

El éxito le llegó en 2015, debido a que la revista Times lo consideró como uno de los aparatos más revolucionarios de la tecnología, momento en el que las ventas de los palos selfie aumentasen un 400% en Amazon. 

Es llamativa la historia, puesto que en la década de los 80, Hiroshi Ueada creo un invento parecido, pero fue calificado como uno de los dispositivos japoneses más inútiles de todos los tiempos. 

Fromm, por su parte, está considerado el inventor del palo selfie moderno y ha hecho una fortuna de millones de dólares.