La imagen principal de este texto está creada por una inteligencia artificial que, alucino, ha firmado su obra. Cientos de compositores o desarrolladores de videojuegos (me vienen a la cabeza los del primer Metal Slug) no firmaron sus obras durante años por el qué dirán en sus distintas sociedades y, aquí, tenemos una IA que ha puesto un garabato en su dibujo.

Ese pequeño detalle me fascina, pero lo que realmente me tiene loco es la propia inteligencia artificial a la que podemos pedir que haga dibujos. Y es que, que con una simple línea de texto podamos acceder a dibujos que a muchos de nosotros nos es imposible crear por falta de práctica o, sobre todo, talento.

Y no digo que la IA tenga talento, creatividad o imaginación, sigo pensando que esas cualidades son humanas (de momento), pero gracias a las obras humanas con las que se han entrenado a las distintas inteligencias artificiales, estas pueden crear… arte.

El arte siempre ha sido muy subjetivo y puede haber un montón de debate a su alrededor. La música, el cine, la literatura, la escultura, la arquitectura… eso es arte, pero también los videojuegos y muchas personas no lo consideran como tal.

Ya digo que podemos debatir mucho sobre por qué algo es arte, pero para mi, de una forma muy básica, arte es cualquier cosa que me suscite una emoción y que no sea un ser vivo. Puede ser simplista, pero oye, es mi idea y definición de “arte”.

Y, definitivamente, creo que lo que hace la IA es arte. Durante el desarrollo de las diversas inteligencias artificiales “pintoras” me he ido fascinando por sus creaciones, pero no solo por su mañana a la hora de dibujar, sino a la hora de interpretar nuestros dibujos, sustituir a los políticos, en la creación de videojuegos, de cómics o de, incluso, sonidos, y ahora que podemos utilizar algunas de esas IA es… increíble.

Dall-E 2, Stable Diffusion o, mi favorita, Midjourney, son tres inteligencias artificiales que podemos usar cualquier mortal y que permiten crear cosas totalmente nuevas usando solo nuestra imaginación (y nuestras dotes para dar los comandos necesarios) o crear retratos nuestros “entrenando” a la propia inteligencia artificial de forma muy sencilla.

Como ya probamos anteriormente, el Youtuber Dot CSV te enseña de manera supersimple cómo entrenar a Stable Diffusion para que te haga retratos y, sinceramente, aunque estuve una tarde configurando todo, el resultado vale mucho la pena.

Hay algunos problemillas porque la IA no gestiona bien las gafas y las manos las hace de manera extremadamente extraña la mayoría de las veces (¿acaso tú sabes dibujar una mano realista?), pero por lo demás, puedes “encargar” lo que quieras a la inteligencia artificial y, seguramente, habrá un diseño que será 100% lo que querías.

También debes aprender cuál es la mejor manera de introducir tu prompt (aquí tienes una web con diseños preestablecidos que puedes usar para, cambiando algún parámetro, conseguir lo que quieres), pero en general, es sencillo utilizar estas inteligencias artificiales y acercarte con cada intento más y más a lo que quieres.

Y bueno, como rezo en el titular de este artículo, cuando no sé muy bien si empezar un juego nuevo, si ponerme una serie o ver una peli, suelo ponerme Youtube de fondo y alguna IA en primer plano creando diseños.

Estoy tan enganchado que he pagado la suscripción a Midjourney (que puedes usar gratis durante X intentos para ver si te mola) y esta IA, que tiene un enfoque artístico que me encanta, se ha convertido en un nuevo pasatiempo.

Lo mejor de todo es que está avanzando a una velocidad de vértigo y, más allá de ser un pasatiempo para muchos, creo que es una herramienta perfecta para que gente con pocos recursos pueda tener acceso a ciertas opciones como retratos, miniaturas para sus canales de Youtube o… yo qué sé, una portada para su álbum de rock alternativo amateur.