El modelo de Netflix es claro: muchas series, temporadas enteras de inicio, producciones locales. El gigante de streaming siempre ha apostado por pelotazos, a poder ser baratos, que la sustenten. En un mercado hipercompetitivo, con más y más plataformas con carteras de producción propia, a la compañía lo no le tiembla el pulso a la hora de cancelar series: incluso con millones de visualizaciones.

Contra todo pronóstico, las políticas contra las cuentas compartidas han sido un éxito. Netflix ya ha aplicado cambios a sus algoritmos e incluso estudia añadir ficción a la publicidad para conseguir más ingresos, en sus nuevas versiones con anuncios incluidos.

El problema del audio en plataformas como HBO Max o Netflix: no escucho nada, ¿qué están diciendo?

El mercado del streaming está en un punto de no retorno, con huelgas de guionistas y actores en las puertas de sus sedes, con un mercado saturado y cada vez más segmentado. Pero si en algo no ha cambiado en Netflix es en su ávido inmediatismo: te da series en el acto y quiere resultados pronto.

En cancelaciones de series españolas tenemos Bienvenidos a Edén, Smiley, Todas las veces que nos enamoramos o Hasta el cielo. En términos globales podemos destacar 1899, Agencia Lockwood, El joven Wallander, Cobra Kai, que terminará en su sexta temporada o Ultrasecretos (Inside Job)  entre muchas otras.

Tasa de finalización para conseguir la luz verde a una siguiente temporada

Pero, ¿cuáles son los parámetros que hacen decidir a los altos ejecutivos de Netflix antes de dar al botón rojo? Está claro que los  87,9 millones de horas vistas de 1899  —sucesora del éxito Dark— no fueron suficientes. Es aquí dónde Daily Mail rescata un término: tasa de finalización, que determinaría mucho mejor la renovación de la temporada.

Un término del que ya avisaba en sus redes sociales Neil Gaiman, creador de The Sandman, al respecto de la posible renovación de la serie homónima estrenada en Netflix. Muchas visualizaciones no son suficientes, tienen que ser rápidas en el lanzamiento y tienen que ver la serie entera. “La gente viendo la serie a su ritmo no cuenta”, explicaba el afamado autor.

La mitad de los usuarios deberían finalizar la serie que han empezado para que la serie sea apta para una renovación. Repasemos las cifras de 1899: 87,9 millones de horas vistas, pero un 32% de usuarios que la terminan: cancelada. Respecto a The Sandman: 274 millones de horas vistas en tres semanas, y peleó una renovación muy en duda, por lo que debería estar cerca del 50%.

Aunque existen variables extra como el coste de producción o la duración de los capítulos, ¿cuándo se contabiliza esa tasa de finalización? Se estima que el porcentaje debería estar cerca del 50% en torno a los 24 días, momento en que podría decidirse la no renovación de la serie.

Netflix juega con sus parámetros voraces y ya se ha colgado el cartel encima de cancelar grandes series. Es cierto, es poco probable que la segunda temporada de una serie supere en espectadores a la primera, pero algunos consumidores podrían decidir irse de la plataforma a causa de las cancelaciones.