Google no quiere, ni puede, dormirse en los laureles con la gran expansión de ChatGPT. El pasado marzo lanzaron Bard, la respuesta de Google a la herramienta de OpenAI que ya está integrada en Bing, el buscador de Microsoft. Ahora, tras varios meses de pruebas en EE.UU. y Reino Unido, Bard por fin llega a España y el resto de Europa.

Los usuarios de Google podrán realizar búsquedas con esta IA generativa que por ahora se centrará en dar más contexto y explicar mejor algunas de las preguntas que puedes realizarle totalmente en español.

Bard ya se puede utilizar de forma contextual en español, además de en árabe, chino, alemán o hindi. Se espera que dentro de poco también esté disponible en Catalán, vasco y otros idiomas cooficiales en España.

Además, Google ha incorporado 6 nuevas características que llegan a Bard a través de una actualización.

Bard ahora puede leer en voz alta sus respuestas en 40 idiomas diferentes incluyendo el español. También introduce 5 opciones para cambiar el tono y el estilo de sus respuestas entre estas posibilidades: sencillo, largo, corto, profesional o informal, aunque de momento esta función solo podrá usarse en inglés.

Entre las novedades de productividad, Bard ahora permite anclar y renombrar las conversaciones a través de la barra lateral, de forma que los usuarios puedan retomarlas rápidamente más adelante. Otra incorporación es la de exportar el código de programación al lenguaje Python, a la que se suma la opción de generar enlaces con los que sea más sencillo compartir con otras personas las respuestas obtenidas de Bard. 

Todas estas funcionalidades podrán usarse en español, pero hay otra, que combina las capacidades de Bard con las de Google Lens para permitir por primera vez subir imágenes a la herramienta de IA y obtener texto asociado a la misma, que solo está disponible en inglés de momento.

Bard llega a Europa con cambios en su privacidad

Aunque el principal problema para la llegada de Bard a España fue el idioma, la privacidad era otro de los problemas fundamentales a la hora de aterrizar en cualquier país de la Unión Europea.

Google ha trabajado en herramientas de transparencia para conocer la procedencia de toda la información que utiliza y genera en sus textos. Esta es una de las grandes diferencias frente a ChatGPT y otras herramientas de IA generativa ya que no indican los datasets o webs en la que se basan.

En cada resultado de Bard se podrá encontrar avisos de privacidad incluyendo una página web dedicada con información sobre su retención de datos o un aviso destacado indicando que empleados de Google podrían revisar tu conversación con Bard para mejorar el servicio.

Google deja claro que respetan los términos actuales de la GDPR y aseguran que respetan y respetarán todas las regulaciones europeas sobre la protección datos.