Canadá acaba de batir su récord histórico de superficie quemada en un año... y estamos en julio. Ya se han carbonizado 10 millones de hectáreas, unos 100.000 Kilómetros cuadrados. Esa es la superficie de Portugal o Islandia, la quinta parte de España.

Este récord de 10 millones de hectáreas quemadas por los incendios en Canadá en 2023 supera brutalmente al anterior. Según recoge AFP, vía Phys.org, hay que remontarse a 1989, en donde se quemaron 7,3 millones de hectáreas en todo el año. "Hemos superado la peor de las previsiones más pesimistas", ha dicho el gobierno canadiense.

Tradicionalmente Canadá ha sido un país frío, pero debido a su geografía, es uno de los que más se va a ver alterado por el cambio climático, como demuestra su récord de incendios. En 2021 ya pulverizó su temperatura récord, con 49,6 grados centígrados, más alta incluso que el récord español de 47,6 grados, siendo un país cálido.

Incendios y cambio climático: un círculo vicioso

Desde el mes de enero, se han producido en Canadá 4.088 incendios, que han obligado a desalojar a 150.000 personas, con el resultado de un bombero fallecido. Algunos de los incendios llegaron a alcanzar un frente de 65 kilómetros.

Canadá es un país inmenso con poca población, así que a los bomberos les cuesta llegar a ciertas áreas. Además, siendo un país frío poco acostumbrado a los incendios, aún tienen pocos medios. "En  Francia teníamos más bomberos y helicópteros en incendios 100 veces más pequeños que aquí", explica Philippe Sansa en AFP, una jefa de bomberos francesa que ha acudido a ayudar.

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Además, debido a la densa vegetación, los incendios canadienses generan más humo, lo que contribuye a aumentar el efecto invernadero, que a su vez favorece los incendios. Un círculo vicioso del que cada vez es más difícil salir. El mes pasado el humo de los incendios canadiense llegó a tapar París.

Es un problema que, por supuesto, no solo afecta a Canadá. En Estados Unidos los incendios en California también baten récords. Este mismo fin de semana un enorme incendio en La Palma (sí la isla del volcán), ya ha calcinado más de 4.000 hectáreas.

El cambio climático multiplica los incendios, que a su vez aceleran el cambio climático. Un círculo vicioso del que no podremos salir, si no hacemos algo al respecto.