Si bien es cierto que las prohibiciones muchas veces van unidas a un parón en el desarrollo y la libertad, hay ciertos aspectos, en los que este acto implica una mejora en la calidad de vida y sobre todo seguridad de las personas.

En este contexto, se prevé un escenario en el que ciertas prácticas y tecnologías podrían ser prohibidas o tan solo reguladas en los próximos 20 años, con el objetivo de proteger la seguridad, la privacidad y el bienestar a nivel general.

Es por eso que, viendo la situación actual de 2024, el nacimiento de nuevas tecnologías, aplicaciones, sistemas y más, no cabe duda de que establecer 20 años como un medio/largo plazo asegura que los aspectos que a continuación se mencionan van a estar prohibidos con casi toda seguridad.

Al final, para avanzar —y más cuando se habla de tecnología— es necesario dejar vía libre a empresas y desarrolladores para ello, pero una vez que algo impacta de forma directa en todos, como ha podido ocurrir con la inteligencia artificial, es necesario que entre en juego un segundo paso que al menos controle. Quien se encargue de ello ya es otro tema aparte.

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¿Qué aspectos de tu vida y en general podrían ser prohibidos en los próximos 20 años? 

1. Algoritmos de seguimiento sin consentimiento

Con la gran preocupación que gira en torno a la privacidad en línea, es casi seguro que dentro de 20 años se vea una prohibición cada vez más estricta de los algoritmos de seguimiento sin consentimiento. 

Actualmente, muchas plataformas digitales recopilan datos de usuarios sin su conocimiento o consentimiento explícito, por lo que es probable que los gobiernos implementen regulaciones más estrictas que prohíban o limiten el uso de estos algoritmos sin el consentimiento explícito de los usuarios.

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2. Inteligencia artificial sin control alguno

A medida que la inteligencia artificial avanza, surgen muchas dudas que ya se están debatiendo sobre el uso ético de esta tecnología. En el futuro, aunque ya casi presente —la Ley de Inteligencia Artificial entra en vigor en 2026— se verán prohibiciones contra el desarrollo y la implementación de sistemas de IA que no cumplan con estándares éticos y morales. 

Esto ya se sabe que incluirá la prohibición de algoritmos de IA que perpetúan sesgos o discriminación, así como el uso de IA en aplicaciones que ponen en peligro la seguridad pública o los derechos individuales como el reconocimiento facial —aunque de esto se habla más adelante—.

3. 'Microtargeting' político en redes sociales

La manipulación de la información y el microtargeting político en las redes sociales se ha convertido en un tema muy en auge en los últimos años. Parece que las redes sociales se han convertido en la mejor amiga de los políticos. Facebook, X o incluso Instagram, son las plataformas estrellas a través de las cuales puedes enterarte de todo.

Sin embargo, y tal y como explica Newtral, "desde el CJE aseguran que es normal que exista cierta desafección o rechazo ante los mensajes directos de partidos políticos en redes sociales, ya que se tienden a considerar más electoralistas y menos informativos. Desde la entidad añaden que falta que el discurso político se adapte más a los jóvenes".

Para resolver este pequeño, pero gran problema es bastante probable que surjan prohibiciones o regulaciones estrictas sobre el microtargeting político en redes sociales. 

Esto podría implicar la prohibición de la recopilación y el uso de datos personales con fines políticos, así como la implementación de medidas para garantizar la transparencia y la equidad en la publicidad política en línea.

4. Tecnologías de reconocimiento facial 

El uso generalizado del reconocimiento facial ha puesto ya sobre la mesa serias preocupaciones sobre la privacidad y la seguridad. 

En respuesta, los gobiernos seguramente impongan prohibiciones o restricciones, aunque ya lo están haciendo, sobre el uso no regulado de estas tecnologías. Esto podría incluir la prohibición de la recopilación y el uso de datos biométricos sin consentimiento, así como la regulación más estricta de la implementación de estos sistemas en espacios públicos y privados.

5. La pena de muerte

Este es un tema que queda aparte del ámbito tecnológico, pero que merece la pena ser mencionado. Al final esto se trata de avanzar como especie y precisamente la pena de muerte, activa aún en algunos países, podría ver su fin de cara a unos años.

Lo cierto es que poco a poco se está considerando un enfoque dirigido hacia la rehabilitación y la reinserción de los condenados, argumentando que este acto no solo es inhumano, sino que también puede ser ineficaz como medio para disuadir el crimen y que existe el riesgo de que se imponga de manera injusta, especialmente en casos de error judicial.

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6. Las VPN

Pese a que actualmente son las grandes reinas de la privacidad y seguridad en línea de millones de personas, es bastante probable que surjan prohibiciones o al menos regulaciones en el uso de las VPN, especialmente en el contexto de la regulación gubernamental y las preocupaciones sobre la ciberseguridad.

Una de las razones principales detrás de todo esto es la preocupación de los gobiernos sobre la capacidad de estas herramientas para eludir la censura y el control de lo que haces en Internet. En muchos países, las autoridades buscan controlar y monitorear el tráfico con el fin de mantener la seguridad nacional y prevenir actividades delictivas, como la propagación de contenido ilegal o la incitación al odio.

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7. Un posible adiós a los coches de combustión

Por último, y teniendo en cuenta una situación actual en la que  el medio ambiente y la búsqueda de alternativas más sostenibles crece, es probable que los vehículos de combustión interna, tanto de gasolina como diésel, se enfrenten a cada vez más prohibiciones dentro de 20 años.

Países y ciudades de todo el mundo ya están implementando medidas para limitar o eliminar la circulación de vehículos con motores de combustión. Por ejemplo, algunos lugares ya han establecido zonas de bajas emisiones, como Madrid, donde se prohíbe la entrada de vehículos diésel y gasolina más antiguos. 

Otros están planeando prohibiciones progresivas de venta de vehículos nuevos con motores de combustión en los próximos años. Además, el impulso hacia la electrificación de los coches—o al menos que sean híbridos— también está jugando un papel importante en este cambio. Es algo inevitable.