La batería externa de un pasajero se incendió mientras su avión despegaba de la pista del Aeropuerto Internacional Taoyuan de Taiwán al Aeropuerto Changi de Singapur el martes, provocando que el avión regresara a la puerta de embarque.

El incendio fue lo suficientemente importante como para asustar a los pasajeros y llenar la cabina de humo. Tras someter el avión a un control de seguridad, se dio a cada uno de los 187 pasajeros la opción de desembarcar o seguir viaje a Singapur.

La Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) ya emitió unas instrucciones en las que desaconsejaba llevar dispositivos eléctricos portátiles para evitar exactamente esta situación (que son raras, pero plausibles).

La FAA de Estados Unidos ya advirtió en 2015 que no se debían llevar baterías de litio de repuesto en el equipaje facturado. Y ahora, las aerolíneas permiten llevar dos baterías de menos de 100 Wh en los vuelos, pero solo en el equipaje de mano.

Antes de estas políticas, las baterías ardían en el equipaje de los aviones

Los tablets y los smartphones de uso diario también han causado daños a lo largo de la última década. En 2016, Samsung retiró del mercado los Samsung Galaxy Note 7 después de que se descubriera que tenían un problema con las celdas de la batería.

En agosto de 2021, los pasajeros escaparon de un avión de Alaska Airlines a través de toboganes de emergencia después de que un smartphone se incendiara y llenara la cabina de humo.

Esto es lo que provoca que exploten las baterías de metal de litio

Ese mismo año, un iPhone XR de Apple también ardió a bordo de un vuelo de British Airways después de que quedara atrapado en el asiento de un pasajero.

Como puedes comprobar, el historial de explosiones y problemas de las baterías de los dispositivos electrónicos es abultado cuando se trata de coger un vuelo. Por si te lo estás preguntando, el problema de volar con ellos es el cambio de presión, algo que no pasa en la superficie de la Tierra.