Por fin podrás hacer fotos al Guernica: el Museo Reina Sofía elimina su prohibición y la tacha de absurda

El Museo Reina Sofía de Madrid ha dado la bienvenida a una nueva política que permite a los visitantes fotografiar el icónico 'Guernica' de Picasso. Esta decisión fue tomada por el recién nombrado director del museo, Manuel Segade, quien consideró que era hora de eliminar la prohibición que había estado vigente durante años.
Seguro que en alguna de tus visitas a museos famosos por el mundo te has encontrado con la prohibición de fotografiar esculturas o pinturas valiosas. Esto se establece en gran medida para proteger las obras de arte.
La iluminación de los flashes de las cámaras y el uso de trípodes o palos para selfies pueden dañar las superficies de las obras, y el flujo constante de visitantes que hacen fotos podría afectar negativamente la experiencia general de la visita.
Sin embargo, esto está a punto de acabar al menos en lo que respecta al majestuoso Museo Reina Sofía y la famosa pintura de Picasso, el Guernica. Manuel Segade, recién nombrado director del museo, pone fin a esta restricción.
Tal y como explica, la idea detrás de esta medida es que los visitantes puedan disfrutar plenamente de su experiencia en el museo y capturar recuerdos de su encuentro con esta famosa obra maestra.
"Nuestra intención era simplemente que se pudiese hacer con normalidad, no anunciar ni a prensa ni nada, porque si se hacen fotos en todo el museo, en todos los grandes museos del mundo y, sobre todo, que vivimos ya mediados por cámaras continuamente, cuando vamos a un concierto, cuando vamos a cualquier evento cultural… pues creemos que tampoco tiene sentido que el 'Guernica' no tenga esa misma iconicidad que se merece", comenta Sesgade.
El Guernica merece ser icónico y quedar capturado en las cámaras y móviles de todo el mundo
La prohibición se impuso para proteger la integridad de la pintura, que fue trasladada al Museo Reina Sofía en 1992 desde el Casón del Buen Retiro, donde había estado expuesta desde 1981 después de su llegada desde el MoMA de Nueva York. Esta se aplicaba a toda la sala que alberga el Guernica, pero ahora desaparece
Para contextualizar, explicar que en el pasado, las cámaras solían utilizar flashes más intensos que podían dañar la superficie de las pinturas al exponerlas repetidamente a estos destellos. Además, las cámaras eran más grandes y voluminosas, lo que dificultaba su manejo en espacios reducidos como las salas de los museos.
Hoy en día, las cámaras de los smartphones y cámaras digitales ofrecen opciones de iluminación más suaves, menos perjudiciales y, sobre todo, de menor tamaño.
Sin embargo, mencionar que aún perduran algunas condiciones: los visitantes no pueden usar elementos de estabilización, palos para selfies, trípodes o flash al hacer sus fotos. Además, se continuará controlando el número de visitantes en la sala, al igual que antes.
"Me gustaría que llegásemos al cien por cien de accesibilidad fotográfica sobre todo para ese público joven que también vive filtrado por una pantalla. Creo que también es importante atender a su forma de acercarse a la realidad", añade el director.
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