En la cocina, los electrodomésticos son tus mejores aliados. Facilitan la preparación de los alimentos y te ahorran un valioso tiempo, acelerando las cosas de manera importante. Entre todos estos equipos, uno que seguramente no falta en tu hogar es el microondas.  

Es un pequeño gigante de la tecnología. Su capacidad para calentar y descongelar alimentos en cuestión de minutos es una maravilla para aquellos con horarios ocupados.  

Además, su versatilidad va más allá de lo que muchos imaginan. No solo es útil para calentar sobras, sino que también es perfecto para cocinar algunos platos desde cero. Desde palomitas de maíz hasta platos al vapor, este electrodoméstico puede hacerlo todo de manera fácil.  

Sin embargo, existe una creencia errónea que ha estado circulando durante años, y es la idea de que el uso del microondas puede aumentar el riesgo de cáncer. No obstante, se dice que las radiaciones utilizadas por este equipo no son ionizantes, lo que significa que carecen de la capacidad de causar dicha enfermedad.  

Los expertos del Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos, señalan que la radiación del microondas no puede dañar las células del cuerpo humano de la manera en que las radiaciones ionizantes lo hacen.  

Por lo tanto, puedes usar tu microondas con total tranquilidad, sin preocuparte por un posible vínculo con el cáncer.  

¿El microondas es seguro para la salud?  

Si bien este electrodoméstico no está relacionado con la terrible enfermedad, vale la pena mencionar que todavía existen dudas sobre cómo puede afectar la salud.  

Henri Joyeux, un reconocido oncólogo y experto en nutrición, autor de "Come bien hoy, vive mejor mañana", advierte que el microondas es un equipo que debe utilizarse con moderación, ya que puede modificar la estructura de los aminoácidos de los alimentos.  

Asimismo, puede ocasionar que sean más difíciles de absorber y que aparezcan compuestos potencialmente tóxicos. Además, no destruye los microorganismos que se encuentran en la comida congelada, lo que puede provocar la multiplicación de los gérmenes.  

Por ejemplo, la L—Prolina se convierte en D—prolina durante el proceso de calentamiento en el microondas y sería perjudicial para el riñón y el hígado.  

La regla infalible para adaptar los tiempos de cocción del horno a la freidora de aire

Para evitar los posibles riesgos asociados, es importante seguir algunas recomendaciones al usar el horno de microondas. No lo utilices para calentar alimentos en recipientes de plástico o papel, ya que puede liberar sustancias químicas.  

De igual manera, no calientes durante mucho tiempo, puesto que el calentamiento excesivo puede provocar la pérdida de nutrientes, así como la aparición de compuestos nocivos para la salud. Además, los alimentos congelados pueden contener microorganismos que no se destruyen cuando se calientan en microondas.