Genio y figura: el truco de Salvador Dalí para no pagar ni una sola factura
- Dalí era un genio del arte surrealista, pero también tenía un método muy extravagante para no pagar la factura en los restaurantes.
- La anécdota encaja perfectamente con el escaso control que el artista tenía sobre su obra.
- Los trucos (legales) de esta mujer japonesa para no pagar una sola factura de la luz en 10 años.
Salvador Dalí es un nombre mundialmente conocido como un ícono de la creatividad. Este personaje dejó una huella imborrable en la historia del arte del siglo XX. Su obra, que abarcó pintura, escultura, cine y más, se caracteriza por su estilo extravagante.
La fama de Dalí se fundamenta en su inmensa contribución al movimiento surrealista. Sus pinturas, como La Persistencia de la Memoria, son reconocidas en todo el mundo por su estilo onírico y sus imágenes extravagantes.
Sin embargo, dentro de su genialidad y figura, había algo más que quizás no era bien visto por algunos, pero por otros era un simple gesto de generosidad. Una anécdota que circula sobre él revela un aspecto inusual de su personalidad.
Se dice que, después de disfrutar de lujosas cenas con amigos en restaurantes caros, Dalí encontraba una manera única de evitar pagar las facturas. Sin duda, algo que muchos piensan que es una mentira, pero según Mises Hispano, esto es una historia verdadera.
Esto es lo que hacía Dalí para no pagar las facturas en los restaurantes
"Después de salir de fiesta con sus amigos y consumir lo más caro que los restaurantes podían ofrecer, llegaba el momento de pagar, pedía la cuenta, sacaba uno de sus cheques, escribía el monto, y lo firmaba.
Pero antes de entregar el cheque, rápidamente lo volteaba, hacía un dibujo al reverso y lo autografiaba. Dalí sabía que el dueño del local no cobraría la factura, sino que lo guardaría, lo pondría en un marco, y lo expondría en el mejor lugar del restaurante".
Mises Hispano cree que esta anécdota es cierta, ya que está en línea con la personalidad de Salvador Dalí. Se dice que era un hombre excéntrico y amante del dinero, y no le importaba gastarlo en sus caprichos.
También tenía un escaso control sobre su obra, lo que lo llevó a que se hicieran muchas falsificaciones de sus pinturas. Con este gesto, Dalí demostró su capacidad para crear impacto y romper los moldes en todos los ámbitos de su vida.
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