Unos lo llaman pruebas inequívocas de los viajes en el tiempo. Otros, anacronismos de la historia. Aunque en realidad se trata de una pareidolia. Y la que tenemos hoy es espectacular. ¿Cómo es posible que el satélite Sputnik aparezca en un cuadro del siglo XVII?

Numerosos cuadros de hace siglos nos sorprenden con inexplicables anacronismos. Como los que muestran móviles, o unas zapatillas Nike de hace 350 años, logo incluido.

Pero la presencia de un objeto futurista en el cuadro Glorificación de la Eucaristía, pintado por Ventura Salimbeni en 1600, no es sencillo de explicar. Echa un vistazo:

El Sputnik fue el primer satélite artificial que se puso en órbita, por la Unión Soviética, en 1957. Causó el pánico en Estados Unidos, porque pensaban que los soviéticos lo habían construido para espiarles. Fue así como se inició la carrera espacial.

El Sputnik 1 era un rudimentario satélite en forma de bola metálica, con cuatro antenas. Puedes verlo en la foto de apertura de la noticia.

¿Un satélite en un cuadro de hace 400 años?

¿Cómo es posible que aparezca lo que parece una representación del Sputnik, en un cuadro italiano pintado en el año 1600? Podemos ver a Dios y Jesucristo, sosteniendo algo similar a las antenas de una bola metálica esférica.

Visto más de cerca, parecen apreciarse las placas metálicas y las protuberancias propias de un satélite o nave futurista:

¿Qué es lo que estamos viendo? Se trata de una pareidolia, es decir, interpretar como cierto objeto, algo que no lo es. En este caso, vemos con ojos del siglo XXI un objeto pintado en el siglo XVII.

Lo que representa esta imagen es lo que en su época se llamaba el Globo de la Creación. Una representación del universo conocido. El disco amarillo es el Sol, y la protuberancia gris de la esquina inferior izquierda, en realidad es la Luna.

¿Viajes en el tiempo? Un portátil con puertos USB en una escultura griega de hace 2.000 años

La presencia de Dios y Jesucristo representa su reinado sobre el Universo, pero no está claro qué son las "antenas" metálicas que sujetan, aunque parecen una especie de bastones de mando, símbolos de poder.

Más enigmático es que el Globo de la Creación está dividido en lo que parecen cuadrículas, o placas metálicas.

Si tienes pensado hacer un viaje a Italia, el cuadro está expuesto en la Iglesia de San Pedro, en el pequeño pueblo de Montalcino, en Siena.

Parece el primer satélite artificial, el Sputnik, pintado en un cuadro italiano del año 1600. En realidad se trata de una representación del universo conocido en la época. Pero el azar ha querido que el parecido entre ambos sea asombroso.