La guerra por el avance en armas de destrucción masiva sigue su curso, una competencia feroz en la que están involucrados países como Estados Unidos, Rusia, Reino Unido, Francia, China, India, Pakistán y, por supuesto, Corea del Norte. 

Estas naciones están constantemente desarrollando y probando armas nucleares en un intento por mantener su posición en el escenario internacional. Un punto importante a considerar es que estos experimentos nucleares se realizan en lugares aislados y con mucha discreción por motivos de seguridad. 

El misterioso simoscopio de Zhang Heng ya detectaba los terremotos hace 1.900 años

No obstante, se ha revelado recientemente que varios países están llevando a cabo pruebas nucleares bajo tierra, lo que las hace muy difíciles de detectar. Un aspecto preocupante de esta práctica es que dificulta la identificación precisa de la fuente de los terremotos que afectan a un país. 

Es decir, no se puede saber con seguridad si se trata de fenómenos naturales o de detonaciones nucleares subterráneas, por lo que esto representa un obstáculo importante para las iniciativas internacionales que buscan monitorear y controlar el uso de armas nucleares.

El método para distinguir entre pruebas nucleares y terremotos

En el Geophysical Journal International se ha publicado un artículo de un equipo de investigadores que han creado un método novedoso para diferenciar entre ensayos nucleares y sismos naturales, con una exactitud impresionante del 99%. 

Este método podría ayudar a verificar el cumplimiento de los tratados internacionales sobre la prohibición de las armas nucleares y a mejorar el conocimiento sobre la actividad sísmica del planeta.

Cabe señalar que la herramienta utiliza datos sísmicos de alta resolución y técnicas matemáticas sofisticadas para extraer las características únicas de cada tipo de evento. De esta forma, se puede determinar con fiabilidad si un sismo es natural o provocado por una explosión nuclear, incluso si ocurre en zonas aisladas o subterráneas.

Es importante tener en cuenta que las ondas sísmicas son las vibraciones que se producen en la Tierra cuando ocurre un terremoto. Estas se clasifican en dos grupos: las ondas corporales y las ondas superficiales. 

Las corporales se propagan en todas direcciones desde el foco del terremoto, incluso hacia el interior de la Tierra, donde se reflejan y refractan. Las ondas superficiales, en cambio, solo se desplazan por la superficie de la Tierra, como las ondas que se forman en el agua cuando se arroja una piedra.

Este logro representa un avance importante en la lucha contra la propagación de armas nucleares en el mundo. Esta herramienta permite a las entidades internacionales tener una mayor capacidad para identificar y reaccionar ante actividades nucleares ilícitas, contribuyendo así a la seguridad y la estabilidad global.