Una aparentemente real influencer con pelo rubio y ojos azules ha conquistado Internet. Sin embargo, esta joven finlandesa de 19 años no es lo que aparenta ser.

Milla Sofia, con más de 7.000 seguidores en su cuenta verificada  de Twitter —ahora X—, más de 31.000 en Instagram y 90.000 en TikTok, comparte imágenes de sí misma disfrutando del sol en lujosos destinos y yates. Pero detrás de esta deslumbrante influencer se esconde una verdad peliaguda: Milla es una creación puramente artificial de inteligencia artificial.

Su sitio web desde un inicio revela que es una influencer y modelo virtual, pero la sorpresa radica en que miles de personas han sido engañadas por esta IA, pensando que se trata de una persona real. 

Mencionar que esta no es una situación única, ya que muchas otras mujeres digitales han cautivado a la audiencia —generalmente masculina— en las redes sociales.

Dudas y preocupaciones tras la llegada de los influencers generados con IA

Con todo esto existiendo en la actualidad, surgen grandes dudas. Por ejemplo, para los influencers reales, la llegada de sus "enemigos" generados por IA podría suponer una amenaza a su autenticidad y credibilidad. 

Por así decirlo, la línea entre lo real y lo artificial desaparece y los usuarios pueden sentirse más confundidos a la hora de discernir entre ambos mundos. 

Por otro lado, para aquellos que siguen a estos influencers virtuales, existe el riesgo de caer en la trampa de la ilusión. Algunas personas podrían idealizar a estas figuras digitales y aspirar a una imagen inalcanzable y ficticia. 

La comparación constante con la perfección aparente de los influencers generados por IA puede generar inseguridades y problemas de salud mental. Si ya resulta para muchos complejo mantenerse alejado de la vida aparentemente perfecta de los famosos, imagina si estos encima están generados por IA.

Si ya se indaga en el ámbito de la publicidad y el marketing, los influencers generados por IA también podrían llegar a plantear grandes dudas. ¿Es justo para las marcas utilizar estas creaciones virtuales para promocionar productos y servicios, sabiendo que no son seres humanos reales con experiencias y opiniones verdaderas?

Teniendo todo esto en cuenta solo queda clara una cosa y es que es crucial abordar esta realidad con una mirada más crítica y sobre todo cautelosa. Estos influencers generados por IA pueden ser una muestra de las capacidades asombrosas de esta tecnología, pero se debería reflexionar sobre los límites de lo real y la importancia de preservar la autenticidad en un mundo cada vez más artificial.