El teletrabajo ha transformado la dinámica laboral, dando una gran comodidad, olvidándote de los atascos o qué ropa ponerte y sobre todo eficiencia debido a la comodidad de tu casa, pero no sin sus propios problemas, especialmente en el ámbito de la ciberseguridad. 

En este contexto, la protección de datos y la prevención de hackeos se han vuelto cruciales, sobre todo si, como en mi caso, usas tu propio ordenador como instrumento de trabajo. En mi caso consulto diariamente cientos de webs y noticias, muchas de ellas en infinidad de idiomas, desconociendo realmente dónde me estoy metiendo.

Es por eso que ya tras casi cuatro años de teletrabajo, con los últimos dos trabajando en casa el 100% del tiempo, he ido buscando algunos consejos de expertos y sobre todo trucos para evitar que mi dispositivo sea hackeado o que mis datos acaben donde no deben.

Al final debes ser consciente de que la responsabilidad recae en ti y, si usas ordenadores u otros dispositivos de tu empresa, pero a que debe estar siempre presente el departamento o empleados dedicados a la ciberseguridad, es tu obligación protegerte.

Estos son los trucos y consejos que yo he seguido para proteger mis dispositivos ahora que teletrabajo

1. Red Privada Virtual (VPN): la implementación de una VPN te dará una capa adicional de seguridad al cifrar la conexión. Es realmente importante para proteger datos sensibles, así que, si dispones de algunos euros al mes, no dudas en hacerte con una.

2. Actualizaciones constantes: la actualización regular de sistemas operativos y software es más que una tarea rutinaria. Estas actualizaciones a menudo contienen parches de seguridad vitales que actúan como barreras ante posibles amenazas. No las pospongas por pereza.

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3. Seguridad del router: muchos usuarios debemos confesar (me incluyo) que no solemos cambiar la clave del WiFi a menudo o la que viene por defecto en nuestro router y es un aspecto muy a tener en cuenta.

Debemos cambiar esta contraseña predeterminada desde un primer momento. Y es que, cuanto más tiempo se use una contraseña, más riesgos corre de que sea hackeada. 

Da igual que esta esté plagada de números, mayúsculas y signos de puntuación, un buen hacker puede descifrar incluso la contraseña más segura si se le da el tiempo suficiente, algo que llevas haciendo ya años manteniendo la misma clave. 

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4. Hazte con un gestor de contraseñas: con cuentas por todos los lados en mi ordenador, me di cuenta de que quizá no estaba siendo todo lo precavida que debería. Por ejemplo, he de admitir que he estado mucho tiempo guardado mis contraseñas en una nota del móvil y la verdad, es que si se quiere predicar con el ejemplo, esta es una idea nefasta.

En mi caso uso NordPass que es compatible con una amplia gama de dispositivos y sistemas operativos, desde ordenadores hasta móviles. Esto significa que puedes acceder a tus contraseñas desde cualquier lugar y en cualquier momento, manteniendo tus datos protegidos en todo momento.

5. Concientización sobre phishing y otros tipos de ataques: la educación continua sobre las tácticas de phishing es clave. Mi regla general es no hacer clic en enlaces o descargar archivos de fuentes desconocidas o sospechosas.

6. Monitoreo de actividad extraña: establece alertas para detectar actividades inusuales en tus cuentas y dispositivos. Un aumento repentino en el tráfico o accesos desde ubicaciones no habituales podría indicar un intento de intrusión. Google Chrome, por ejemplo, cuenta con este y otros tipos de aviso, al igual que el antivirus que uses.

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7. Extensiones de seguridad en Chrome: instala extensiones de seguridad en tu navegador Chrome. Herramientas como HTTPS Somewhere y uBlock Origin pueden mejorar la protección mientras usas Internet. De la misma forma, revisa cuáles tienes y si ves que hay muchas que no usas, desinstálalas.

8. Gestiona con cabeza tu historial de Google: realiza una gestión consciente del historial en tu navegador Chrome. Elimina regularmente las entradas del historial y elimina cookies antiguas de tu navegador. Las cookies almacenadas durante mucho tiempo pueden contener información obsoleta y representar un riesgo potencial.

Con todo esto, mencionar que la seguridad en el teletrabajo no es una tarea estática; es un proceso en evolución. Al adoptar estos consejos específicos y otros tantos y mantener una mentalidad de seguridad, estarás mejor preparado para lo que pueda venir. Al final, la prevención y la preparación son tus grandes aliados.