Durante muchos años las personas confían en sus bancos de toda la vida para guardar sus ahorros, pero a veces esa no es la mejor opción, sobre todo porque los ciberdelincuentes saben muy bien cómo engañarte.

Y en los últimos días se ha viralizado en la red un caso de estafa que ha afectado a un cliente de ING, haciéndole perder todos los ahorros de su vida.

El afectado ha contado su experiencia en redes sociales como X, la antigua Twitter, y donde ha caído en dos estafas muy populares como son el vishing y el spoofing telefónico.

En concreto explica su experiencia para que ninguna persona caiga más en esta trampa, y es que, según cuenta, recibió una llamada inicial de un supuesto miembro del equipo de seguridad de ING para alertar de que se había detectado un acceso no autorizado a su cuenta.

Para ayudarle a supuestamente proteger sus ahorros, le ofrecen una "cuenta bancaria segura" a la que transferir temporalmente todos sus ahorros, para posteriormente recuperarlos. Como imaginarás, jamás recupera si dinero.

En este caso, el ciberdelincuente le ofreció la alternativa de pasarse por una oficina de ING, muy escasas en territorio nacional, o bien realizar una serie de operaciones sencillas de seguridad por teléfono.

Si bien el afectado no confío inicialmente, sí que comprobó que el número de teléfono por el que le estaban llamando pertenecía a la sucursal de ING en calle O’Donnell en Madrid, pero en realidad no era así.

Sin embargo, los ciberdelincuentes utilizaron la técnica del spoofing telefónico para hacer creer a la víctima de que estaban llamando desde un teléfono concreto, pero en realidad estaban enmascarando el número.

Al ver que se trataba de la sucursal de O’Donnell (aunque realmente no era así), confió y transfirió todos sus ahorros a una cuenta bancaria que estaba en realidad en posesión de los delincuentes.

Para ello, el usuario tuvo que realizar una serie de gestiones de seguridad con su número telefónico y facilitar unos dígitos de seguridad y que, sin saberlo, daba la última pieza para que los delincuentes robaran todos sus ahorros.

Ante lo sucedido, llamó a ING y le confirmaron que había sido víctima de una estafa, pero que tras revisar su caso, señalaron que “no procede abono por parte de la entidad”. 

En términos generales, hay que usar siempre el sentido común, y las entidades están cansadas de decir a sus clientes que jamás operen por llamadas por teléfono, y que cualquier gestión las realicen o bien en persona en una oficina, o bien a través de la web o aplicación oficial.