Que te descargues y te instales aplicaciones de una tienda oficial no significa que estés a salvo de que entre a tu teléfono un malware, y es que a veces a las grandes tecnológicas se les escapan aplicaciones fraudulentas en sus propias tiendas.

Google Play se ha enfrentado a multitud de problemas con aplicaciones fraudulentas en todos estos años, por lo que el usuario debe utilizar también el sentido común para saber qué aplicaciones se descarga de la tienda oficial.

Sea como fuere, Google ha querido aclarar que el año pasado bloquearon más de 2 millones de aplicaciones fraudulentas en Android en su tienda.

Además también bloquearon 333.000 cuenta de desarrolladores de Google Play que cargaban malware junto a otras aplicaciones que se saltaban las políticas de buen uso de la tienda.

Esto supone casi el doble de las cifras facilitadas en 2022, cuando los de Mountain View suspendieron 173.000 cuentas de desarrollador por hacer lo mismo.

Por otra parte, la cantidad de aplicaciones fraudulentas que Google bloqueó aumentó de 1,5 millones en 2022 a 2,28 millones en 2023.

Google se ha tomado muy en serio su lucha en la Play Store

A través de los principios de seguridad de Google, los ingenieros del gigante tecnológico están luchando de mejor forma contra este tipo de aplicaciones fraudulentas.

Además, también han implementado un proceso de registro de desarrollador y verificación de identidad más estricto.

También han implementado un escaneo en tiempo real para bloquear el inicio de malware y han dificultado la explotación de fallos a nivel de procesador mediante el refuerzo de firmware.

Por otra parte, Google está más atenta a los permisos que requieren las aplicaciones en su tienda, dado que los ciberdelincuentes suelen utilizar esta estrategia de pedir el acceso a permisos más delicados del móvil del usuario, para posteriormente acceder al mismo.

Si bien es de agradecer todas estas nuevas políticas de seguridad de Google que ha implementado en su tienda de aplicaciones, el usuario siempre debe utilizar el sentido común y tiene la última palabra a la hora de descargarse aplicaciones sospechosas de las tiendas oficiales.