Un estudio llevado a cabo por el Colegio Universitario de Londres ha descubierto que los genes asociados a las narices grandes, provienen de los Neandertales.

Hace apenas un par de décadas se pensaba que los Neandertales, una de las especies humanas que vivieron en la Tierra hasta hace 40.000 años, nunca se habían relacionado con los Homo Sapiens. Es decir, nosotros.

Pero los increíbles avances en los análisis de ADN, han cambiado por completo nuestro pasado. Hace 15 años se consiguió secuenciar el genoma completo de los Neandertales... y se descubrió que hasta el 3% de nuestros genes provienen de ellos.

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Los nuevos estudios arqueológicos y genéticos demuestran que los Neandertales y Homo Sapiens coincidieron durante miles de años, y se aparearon. De ahí nacieron híbridos que a su vez se emparentaron con los Homo Sapiens.

El resultado es que muchas personas tienen hasta un 3% de genes de los Neardentales. Lejos de ser un problema, si estos genes han resistido la evolución durante miles de generaciones, es porque nos aportan beneficios.

Por ejemplo, se sabe que hay genes neandertales que producen una mayor protección inmunitaria frente a enfermedades. Y ahora hemos descubierto otra.

Heredamos la nariz grande de los Neandertales

Genetistas del Colegio Universitario de Londres han estudiado las narices de más de 6.000 voluntarios, así como su ADN.

Los investigadores identificaron 33 regiones genómicas asociadas a la forma de la cara. En una región del genoma en concreto, denominada ATF3, descubrieron que muchas personas tenían material genético en este gen heredado de los neandertales, lo que contribuía a una mayor altura nasal.

Es importante aclarar que esta herencia neandertal no se refiere a las narices que son largas o puntiagudas, sino a las que son más grandes, de arriba abajo. En este imagen puedes ver el hueco de la nariz de un Homo Sapiens (izquierda), frente a un Neandertal (derecha):

El estudio también concluye que el hecho de que este gen neandertal haya sobrevivido durante miles de generaciones, desde que se extinguieron hace 40.000 años, es porque otorga una ventaja competitiva.

Según el doctor Qing Li, de la Universidad de Fudan, otro de los autores del estudio: "Dado que la nariz nos ayuda a regular la temperatura y la humedad del aire que respiramos, el gen que hemos identificado aquí puede haber sido heredado de los neandertales para ayudar a los humanos a adaptarse a climas más fríos cuando nuestros antepasados salieron de África".

Así que ya sabes: quizá tengas una nariz grande, pero se adapta mejor al frío...

Según explica Eurekalert!, los neandertales no son los únicos que han influido en los rasgos de los humanos modernos. En 2021 se descubrió que un gen que afecta a la forma de los labios, proviene de los denisovanos, otra especie homínida que coincidió con el Homo Sapiens y los Neandertales.

Un gen de los Neandertales ha llegado hasta nosotros, y es el responsable de las narices grandes. Pero aunque estéticamente sean debatibles, ayudan a regular la temperatura de forma más eficiente en los climas fríos.