La Isla de Flores, en Indonesia, es un "mundo perdido". Allí evolucionaron especies únicas de animales. Y también, es el único lugar del mundo en donde vivió el Homo floresiensis, una especie humana extinta conocida como los hobbits, porque solo medían 1 metro de altura. Hoy podemos ver su rostro.

El Homo floresiensis es excepcional por varios motivos. Se han encontrado bastantes huesos de 10 individuos, que miden alrededor de un metro de altura, con un peso de solo 25 Kilos, y un tamaño de cerebro de solo 400 c.c., similar al de un chimpancé.

Pero eran una especie humana del género Homo, que caminaba erguida, vivía en cuevas y usaba herramientas complejas, aunque de un tamaño diminuto, como ellos.

Así era el rostro "hobbit" del Homo floresiensis

Otro dato increíble es que los primeros estudios de sus huesos y utensilios, estimaron que habían vivido hasta hace solo 12.000 años. Eso, en la evolución humana, es como decir ayer mismo.

Otra subespecies de Homo se extinguieron hace docenas, cientos de miles de años. Los Neandertales "aguantaron" hasta hace unos 28.000 años. Pero ninguna especie humana ha estado tan cerca en el tiempo de los humanos modernos como los Homo floresiensis.

Algo que, por otra parte, es lógico, ya que vivían aislados en una isla y nadie les molestaba.

Así vivía un niño prehistórico hace 700.000 años

No obstante, investigaciones recientes afirman que podrían haberse extinguido hace 50.000 años. Aún no hay consenso.

¿Cómo el rostro de estos parientes hobbits? Un estudio llevado a cabo por arqueólogos italianos y el diseñador brasileño Cicero Moraes, experto en este tipo de reconstrucciones, nos lo muestra en este vídeo:

El rostro es sorprendentemente humano, con una mandíbula y unas cejas menos pronunciadas que otras especies Homo, y una nariz más chata.

¿De dónde proceden estos hobbits humanos, y por qué son tan diminutos?

Los arqueólogos creen que descienden del Homo Erectus, que habría llegado a la Isla de las Flores hace unos 500.000 años. El escaso aporte nutricional de los alimentos de la isla hizo que, con el paso de los milenios, fueran reduciendo su tamaño como ha ocurrido también con muchos animales que viven aislados en una isla.

Hoy nos podemos imaginar un poco mejor al Homo floresiensis, el hobbit de las especies humanas. Tenia un rostro más suavizado que otras especies Homo, usaba herramientas diminutas, y solo medía un metro de altura.