Con el resurgimiento de casos de COVID-19 en España debido a variantes como EG.5, FL.1.5.1 y BA.2.86, una vuelta al cole de miles de niños y muchos adultos regresando de las oficinas, se espera lo que se ha denominado como "tripledemia": resfriados, gripe y COVID-19.

Teniendo en cuenta que de los tres casos, la enfermedad causada por el coronavirus es la que más preocupa a la población, parece que el uso de test de detección volverán a estar de moda. Sin embargo, seguramente ya tengas algunos en casa y te preguntes qué puedes hacer con ellos: ¿Todavía sirven?, ¿debería tirarlos y comprar otros nuevos o siguen siendo fiables?

La caducidad de las pruebas de antígenos de COVID-19 oscila entre cuatro y seis meses. Sin embargo, no todas las pruebas vencidas deben desecharse automáticamente. La FDA ha pedido a los fabricantes que proporcionen datos en tiempo real para extenderlas, por lo que es importante verificar si una prueba aún es válida a través del sitio web del fabricante antes de desecharla.

Este es un aspecto realmente importante, ya que se prevé un acopio excesivo de pruebas, que podría llevar a una escasez y al aumento de los precios. La demanda alta durante la temporada de vacaciones hizo que los precios se dispararan. Por lo tanto, es esencial usar pruebas con cabeza y no acumular grandes cantidades.

 En algunos casos, la fecha de vencimiento de una prueba puede extenderse

"Puede consultar la columna Fecha de vencimiento de la Lista de pruebas de diagnóstico de COVID-19 sin receta médica o de venta libre para diagnóstico en el hogar autorizadas para ver si la fecha de vencimiento de su prueba de COVID-19 de venta libre para el hogar se ha extendido y cómo encontrar una nueva fecha de vencimiento", explica la FDA.

"Una vez que el fabricante de la prueba tiene más resultados de las pruebas de estabilidad, como 12 o 18 meses, puede ponerse en contacto con la FDA para solicitar que autorice una vida útil más larga", añade. Desde la propia FDA puedes consultar si el fabricante finalmente ha extendido esta fecha. En caso contrario y si la fecha ha vencido, deberás desecharla.

La fecha de caducidad es un factor clave en la fiabilidad de las pruebas, pero no es el único. La temperatura en la que se almacenan y realizan las pruebas es crucial, ya que temperaturas extremas pueden afectar los resultados. Además, ciertas bebidas y alimentos pueden estropear el resultado de las pruebas orales. Por norma general, estos kits deben almacenarse entre los 2 y los 30 grados.