El auge de la sostenibilidad y las políticas medioambientales en Europa ha propiciado una carrera hacia la electrificación del parque automotor. Mientras en España, se debaten propuestas como la de la conversión de vehículos mediante el proyecto retrofit, una innovación ha salido a la luz: un kit que promete convertir coches con motor de gasolina o diésel en coches híbrido eléctricos en muy poco tiempo.

Este kit proviene de un proyecto destacado en el James Dyson Award, un reconocido certamen de diseño e ingeniería. Aunque la propuesta suena audaz, llega en un momento en que España ya contempla adaptaciones similares para conseguir más coches eléctricos.

Con zonas en las ciudades restringiendo el acceso a estos coches debido a emisiones, soluciones como este kit que convierte coches de combustión en híbridos eléctricos podrían ser el puente hacia un futuro más verde sin necesidad de abandonar nuestros autos actuales.

Imagínate la escena: tras haber aprovechado la subvención y comprado un kit, dejas tu viejo coche de gasolina en el taller o en el garaje. La mañana siguiente, ese automóvil sale renovado, listo para circular sin emitir CO2 y con la etiqueta ECO para poder circular por cualquier zona de la ciudad. 

Cómo funciona Kit REVR, el sistema para convertir tu coche de gasolina en eléctrico

El enfoque de Alexander Burton, de tan solo 21 años, es sorprendentemente sencillo. En lugar de desmontar y reemplazar el motor existente, el Kit REVR se instala directamente en la rueda del vehículo, entre la llanta y el freno de disco.

Basado en una tecnología de motor de flujo axial, este dispositivo permite una conversión rápida y eficiente, sin necesidad de alterar otros sistemas esenciales del coche. El resultado es un sistema completamente híbrido, donde el motor original sigue funcionando en combinación con el eléctrico. 

La versión de Google Maps indispensable si tienes un coche eléctrico

El espacio para el paquete de baterías ha sido ingeniosamente ideado: se coloca en el compartimiento de la rueda de repuesto del vehículo. Un sencillo sensor se encarga de detectar la posición del pedal del acelerador para gestionar la aceleración y frenada.

A pesar de ser una solución aparentemente simple, el diseño detrás de REVR ha sido producto de extensa investigación y prototipado. Para muchos, este kit podría ser una solución rentable para reducir la huella de carbono sin la necesidad de adquirir un nuevo coche eléctrico.

Kit REVR, el sistema para convertir un coche de combustión en eléctrico, tendría un precio de unos 4.600 euros frente a los 46.000 euros que puede llegar a costar un retrofit, y requerir menos de un día para la instalación, representa no solo un avance tecnológico, sino también un paso más hacia un mundo más sostenible.