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He estado una semana sin usar el despertador del móvil, y así ha mejorado mi calidad del sueño

Enrique Luque de Gregorio

He estado una semana sin usar el despertador del móvil, y así ha mejorado mi calidad del sueño

A quien madruga, Dios le ayuda. Todos en alguna ocasión hemos escuchado ese refrán. No obstante, la mayoría de las veces uno no se siente lo que se dice bendecido cuando suena el despertador y toca levantarse de la cama para ponerse en marcha. ¿Existen trucos para que la experiencia diaria resulte menos traumática?

A juzgar por lo mucho que se ha escrito y se escribe al respecto, sí. No hace falta investigar mucho para encontrarse con consejos (a veces contradictorios entre sí) sobre madrugar, explicaciones e incluso los llamados cronotipos de cada persona. Pero últimamente un tema en particular ha dado bastante de qué hablar: el despertador del móvil. 

He estado una semana sin usar el despertador del móvil, y así ha mejorado mi calidad del sueño

Según algunos expertos, levantarse con el teléfono móvil no es recomendable (aunque darle varias veces al botón de repetir alarma parece que sí), lo mismo que apuntan a que tampoco resulta beneficioso usarlo antes de dormir. Para muchos, sería mejor volver al despertador tradicional o, llegado el caso, intentar hacerlo por uno mismo, de manera natural, por muchos riesgos que eso lleve para el común de los mortales. 

Puesto que cada persona es un mundo, hay veces que resulta mejor probar por ti mismo. Y eso es precisamente lo que hemos hecho en esta ocasión: he estado una semana sin usar el despertador del móvil, y así ha mejorado mi calidad del sueño.

¿Qué dicen los especialistas del despertador del móvil? 

Existe un verdadero interés por saber cómo el teléfono móvil puede alterar el sueño. Muchos estudios señalan que estos dispositivos emiten campos electromagnéticos (EMFs) que, si bien no parecen tener fuerza suficiente como para resultar perjudiciales para el organismo, podrían perjudicar al descanso nocturno. 

Por otro lado, seguro que alguna vez has experimentado la molestia de despertarte de madrugada pensando que no has oído la alarma. O de no oírla cuando realmente suena, llegado el caso. Es más común de lo que parece, según muchos informes, lo mismo que lo poco recomendable de utilizar las pantallas de los teléfonos cuando ya se piensa en dormir

Una semana sin usar el despertador del móvil, y esto es lo que ha pasado

Antes de narrar mi experiencia en primera persona, vaya por delante que no soy una persona que duerma bien de noche, sino al contrario, suelo padecer insomnio, tardo en conciliar el sueño y una mosca puede despertarme con efectos irremediables. 

Habitualmente me acuesto en torno a medianoche, y me levanto a la seis y media de la mañana. Con móvil, hasta el pasado lunes 16. Después, he pasado siete días sin hacerlo. Básicamente, he dejado el dispositivo en otra parte (cargando o no) y he recurrido al típico despertador de toda la vida. Salvo sábado y domingo, que no he usado nada, me he despertado de forma natural. 

He estado una semana sin usar el despertador del móvil, y así ha mejorado mi calidad del sueño

Lo primero que he notado, lógicamente, es que al no tener el móvil en la mesilla ha desaparecido la tentación de cogerlo para consultar cualquier cosa si el sueño no llega fácilmente (lo que suele ocurrir con frecuencia). 

Viéndolo de esta forma, es posible que te relajes más. También al despertarte, evitas recurrir a él, con el riesgo de entretenerte entre las sábanas más de lo debido. Al menos en ese sentido, sí puedo confirmar que me he levantado más rápido, sin pensármelo tanto

De los cinco días que he estado utilizando el despertado de toda la vida, lunes y martes me ha costado conciliar el sueño, como de costumbre. Tardé en dormirme y me desperté cansado. El miércoles, en cambio, dormí del tirón y amanecí más descansado. El jueves me desvelé un rato, pero tampoco puede decirse que durmiese del todo mal. El viernes, quizá por la acumulación de toda la semana, también descansé bien. 

Dormir siesta

Los fines de semana suelo trasnochar más, por lo que mis horarios se ajustan más a mi supuesta naturaleza nocturna (no por crápula, siempre ha sido así desde niño). Viernes y sábado me acosté en torno a las dos. Decidí no emplear despertador de ningún tipo. El sábado, me desperté a las seis y cuarto. Incluso pensé que podría haberme acostumbrado y no necesitar despertador más.

El domingo, por el contrario, estuve en la cama hasta pasadas las diez, por lo que mi teoría no se confirmó en absoluto, más bien al contrario. 

¿Qué puedo decir en conclusión? Aunque quizá una semana sea poco tiempo para determinar algo en concreto, es cierto que las noches durmiendo sin el móvil al lado no han sido del todo malas; al menos no tan mala como otras. 

¿Sugestión? ¿Casualidad? Quién puede saberlo. Por ahora, seguiré con la práctica. No pierdo nada, y desconectar un poco, aunque sea antes de terminar y acabar el día nunca está de más. 

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Etiquetas: sueños, Alarma