Es fundamental que podamos dormir las horas necesarias cada día para poder rendir en los estudios o laboralmente.

No obstante, la falta de sueño a largo plazo puede ser muy perjudicial para nuestra salud, pero también en nuestras relaciones sociales con los demás.

Si bien los médicos recomiendan dormir unas ocho horas al día, lo cierto es que a veces la calidad es más importante que la cantidad, y además cada persona es un mundo.

Pero una reciente investigación señala que dormir poco es prácticamente lo mismo que estar borracho, y eso no puede ser nada bueno.

“La investigación reciente que llevamos a cabo encontró que el 29% de las personas en el Reino Unido duermen menos de cinco horas cada noche, eso es casi un tercio de la nación. El cerebro de alguien que ha estado despierto durante 19 horas funciona como alguien que está borracho”, dice el fundador de Levitex, James Leinhardt.

“Estar despierto durante 17 horas es similar a tener un contenido de alcohol en sangre (BAC) de 0,05 %”, mientras que “estar despierto durante 24 horas es similar a tener un BAC de 0,10 %”, señala El Centro para el Control de Enfermedades (CDC).

Síntomas de la falta de sueño

Entre los síntomas de la falta de sueño pueden incluirse: menores períodos de atención, motivación baja, deterioro del habla, movimientos más lentos, tiempos de reacción retardados, falta de criterio, pérdida del equilibrio o problemas de vista.

“Lleva estos efectos a un contexto de trabajo y podrás ver cómo afecta las tareas cotidianas, incluida la productividad. También puede tener una influencia en la vida personal, ejerciendo una gran presión sobre cosas como las relaciones y la capacidad de participar en interacciones sociales”, dijo Leinhardt.

El experto señala que no es necesario dormir las ocho horas pertinentes, sino que las horas que podamos dormir sean de la máxima calidad, aunque evidentemente con un mínimo.

Es clave la postura en la que nos acostemos por la noche, dado que la mejor, según el experto, es la posición semifetal, con las rodillas dobladas, dado que se pone la menor cantidad de tensión en la columna vertebral mientras se duerme.