Un equipo de investigadores del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) ha presentado un invento que es capaz de utilizar la refrigeración pasiva para servir de ayuda a los sistemas tradicionales de aire acondicionado de los edificios. 

¿Su principal novedad? Es capaz de reducir la temperatura de un hogar hasta en 9,3º y todo ello sin necesidad de utilizar electricidad y con tan solo un consumo mínimo de agua. 

Para lograrlo, han combinado tres métodos de refrigeración pasiva en un solo equipo que cuenta con un diseño similar al de los paneles solares existentes: la refrigeración radiante, la evaporación y el aislamiento técnico.

El gran punto fuerte, sin duda alguna, es, como ya te hemos comentado, que no utiliza energía externa para enfriar cualquier estancia para así combatir las altas temperaturas. 

Lo más interesante es que puede enviar agua fría a través de las tuberías para enfriar partes de un sistema de aire acondicionado y así mejorar su eficiencia, según los creadores. 

"Bajando la temperatura del condensador, se puede aumentar la eficiencia del aire acondicionado y ahorrar energía", explica Zhengmao Lu, del MIT, en un comunicado.

El sistema "combina algunas de las características positivas de tecnologías anteriores, como la refrigeración evaporativa y el enfriamiento radiativo" y está compuesto de tres capas que juegan un papel clave en el proceso de refrigeración. 

La capa superior tiene un aerogel semiaislante y permeable al vapor de agua y a la radiación infrarroja que se diferencia de los aires acondicionados tradicionales en que irradia parte del calor directamente a través del aire y hacia el espacio. Esto es clave, ya que los aparatos normales "arrojan aire caliente al entorno inmediato", explican. 

La capa intermedia apuesta por un hidrogel compuesto por un relleno de agua que provoca la evaporación del agua y logra enfriar el dispositivo. 

Por último, la capa inferior, es un material reflectante que evita que los materiales se calienten reduciendo su carga térmica y mejorando su rendimiento. 

"La novedad consiste en reunir en una sola arquitectura las funciones de refrigeración radiativa, refrigeración evaporativa y aislamiento térmico", señala Lu.

Al final es un sistema que puede complementar a los aires acondicionados convencionales, así como utilizarse en regiones cálidas que no están conectados a la red eléctrica tanto para refrigerar viviendas como para conservar alimentos, según sus creadores. 

De momento no hay ninguna fecha de lanzamiento estimada, pero los investigadores del MIT ya han probado el sistema con un pequeño prototipo de tan solo 10 centímetros de diámetro que, en condiciones climatológicas desfavorables, logró una refrigeración de 9,3º.

Lo más interesante, sin duda alguna, es que su mantenimiento es mínimo: "solo requiere añadir agua para la evaporación", aseguran desde el equipo del MIT. ¿Lo mejor? El consumo es tan bajo que "solo hace falta hacerlo una vez cada cuatro días en zonas cálidas y secas y solo una vez al mes en las zonas más húmedas", añaden. 

El sistema parece que puede "fabricarse a un coste razonable", pero de momento el equipo de investigadores cree que todavía es necesario realizar ciertos ajustes antes de que se pueda fabricar a nivel industrial.