Lo que empezó siendo como algo viral con todos los ojos puestos en ellos, Rabbit R1 y Humane AI Pin han demostrado ser todo un fracaso en lo que a innovaciones en dispositivos se refiere ahora que ha pasado algo de tiempo. 

Sin ir más lejos, Marques Brownlee, un youtuber tecnológico conocido como MKHBD, publicó su análisis del AI Pin, calificándolo como "el peor producto que he probado… por ahora". El vídeo, que cuenta ya con más de siete millones de reproducciones, deja muy clara su decepción. Pero cuidado porque su opinión con respecto al Rabbit R1 tampoco varía demasiado.

Desde el principio, las expectativas han sido demasiado altas, prometiendo poner fin a los móviles tal y como se conocen o tratando de llevar la inteligencia artificial a todos lados. En el caso de Rabbit 1, uno de los principales hándicaps que han encontrado es la falta de funcionalidad básica, algo que parece casi obvio. Aunque se suponía que simplificaría las tareas, como hacer preguntas simples o realizar acciones en aplicaciones, resulta ser un desastre. 

Yendo al Humane AI Pin, comentan otros que lo han podido probar que tiene también importantes problemas de funcionalidad, incluidas respuestas lentas e incorrectas, con poca batería, sobrecalentamiento y, para ser justos, unos precios desorbitados, sobre todo con respecto a este último: 699 dólares. Teniendo en cuenta todo esto, ¿qué conclusiones se puede sacar de sus fracasos?

Lecciones aprendidas de los fracasos de Rabbit R1 y Humane AI Pin

Escuchar aunque sea un poco a los usuarios y sus necesidades

Ambos dispositivos no cabe duda de que han fallado a la hora de hacer útiles estos dispositivos para los usuarios. Las críticas ahí están, demostrando que no han logrado comprender y satisfacer las necesidades reales de los consumidores. 

Esto se ve claro en la falta de funcionalidades prácticas y la lentitud del Rabbit R1, así como en un uso muy complejo, pero encima limitado, del Humane AI Pin. Todo se ha basado en crear un gran hype falso detrás de ellos, creando expectativas que no han podido cumplir. Computer Hoy pudo probar durante unos minutos el Humane AI Pin durante el pasado MWC y coincide con las opiniones generales.

"Es bastante lento. Aun siendo una primera generación y necesitar una conexión de datos que viene incluida en su suscripción, las respuestas de la IA tardan bastante. Una traducción del inglés al español tardó alrededor de 14 segundos en recibir una respuesta", comenta Manu Contreras.

¿Es Humane AI Pin un absoluto desastre?

Pruebas rigurosas que demuestren, de verdad, su potencial

Los análisis indican que tanto el Rabbit R1 como el Humane AI Pin se lanzaron al mercado sin una evaluación a fondo de su funcionalidad y usabilidad, por lo que era obvio que habría problemas de rendimiento, estabilidad y falta de funciones necesarias. 

Esto ha llevado a una gran decepción entre los primeros usuarios que los han probado, lo que al final ha creado una gran bola de nieve de cara a otros que ya directamente no van a comprarlo. 

Iteración continua para no caer en saco roto y compromiso con la calidad, siempre

La opinión de aquellos que los han tenido entre las manos es que los dispositivos se perciben como "productos sin terminar", como si hubiesen preferido lanzarlos en lo más alto de la ola de viralidad en lugar de perfeccionarlos y entrar por la puerta grande, aunque luego no calase entre los usuarios. 

"Para aquellos con experiencia técnica, está dolorosamente claro que no hay inteligencia artificial ni un modelo de acción a gran escala a la vista", comenta un usuario sobre el Rabbit R1. "Hay tantas cosas que el R1 simplemente no puede hacer en este momento, y es un poco alucinante. Aquí hay una lista de algunas de las características más importantes que faltan: alarmas, temporizadores, calendario, contactos, recordatorios, navegación GPS, mensaje de texto, resultados deportivos en vivo, controles domésticos inteligentes, tomar fotografías/grabar vídeos", añade otro.

De nuevo, los problemas de lentitud, inestabilidad y deficiencias por todos lados reportados en ambos dispositivos parece que demuestran que la calidad no fue una prioridad durante su desarrollo.