Al comprar un SSD, sueles fijarte en un único parámetro cómo es la velocidad de transferencia. Es lógico, al fin y al cabo, quieres que tu equipo vuele y que todo cargue en un abrir y cerrar de ojos. Sin embargo, este es solo un pequeño fragmento, ya que existe un factor crucial que muchos pasan por alto y que puede marcar la diferencia entre un PC veloz y uno lento, se trata de los IOPS.

Hace unos años, los fabricantes se centraban solo en la velocidad de transferencia teórica máxima. Números que, en realidad, no decían nada sobre el rendimiento real del disco. 

Por ende, comprar una unidad era como comprar un coche basándote solo en la velocidad punta, esto llevaba a sorpresas desagradables al montar el componente en tu ordenador.

¿Qué son los IOPS de los SSD?

Los IOPS, siglas de Operaciones de Entrada/Salida por Segundo, son una medida del rendimiento de una unidad de almacenamiento que indica cuántas tareas puede manejar por segundo. Aunque su nombre puede sonar técnico, su importancia es innegable. Ofrecen una visión más completa del rendimiento de un disco SSD que la simple tasa de transferencia de archivos.

A diferencia de la velocidad de transferencia, que se enfoca en la transferencia de archivos grandes, los IOPS son esenciales para tareas que involucran muchos accesos pequeños a datos, como:

• Inicio del sistema: Un SSD rápido con IOPS altos puede reducir significativamente el tiempo de arranque de tu PC.
• Multitarea: Al abrir y cerrar múltiples programas, navegar por internet y trabajar con documentos, permiten una experiencia fluida y sin retrasos.
• Edición de vídeo: Trabajar con archivos de vídeo de alta resolución exige un rendimiento de almacenamiento rápido y sostenido, lo que hace que las IOPS sean un factor crucial.
• Juegos: Los juegos modernos cargan grandes cantidades de datos en la memoria, y las IOPS altas pueden reducir los tiempos de carga y mejorar la fluidez general del juego.

Es importante entender qué son los IOPS y cómo funcionan. En este sentido, cuanto mayor sea el número de IOPS de una unidad, mejor será su rendimiento en la ejecución de tareas. 

Sin embargo, no solo se trata de la cantidad de operaciones que puede realizar, sino también de la latencia, es decir, el tiempo que tarda en responder a una solicitud de lectura o escritura.

Los IOPS se dividen en dos categorías principales, que son los secuenciales, y se refieren a la velocidad de lectura o escritura de datos consecutivos, como al transferir un archivo grande. 

Qué puedes hacer cuando el disco SSD se llena y empieza a dar errores

Por otro lado, están los aleatorios, estos miden la velocidad de acceso a datos dispersos en el disco, lo que es crucial para tareas como la carga de apps o el uso de bases de datos.

Al elegir un SSD, no te quedes solo con la velocidad de transferencia. Compara los valores de IOPS, así como la latencia, para encontrar una unidad que se adapte a tus necesidades específicas. 

Si priorizas el arranque rápido y la multitarea, busca un SSD con IOPS aleatorios altos. Si trabajas con edición de vídeo o juegos, necesitarás un SSD con IOPS secuenciales y aleatorios altos.