La carrera por tener el mejor móvil plegable va lenta (al menos en occidente), pero es realmente apasionante. En China hay bastantes dispositivos y a los Fold de Samsung se les suma el Oppo Find N -que pudimos analizar hace un tiempo-, el impresionante Xiaomi Mix Fold 2 y los Mate de Huawei.

En occidente plegable es, prácticamente, sinónimo de Samsung Galaxy Z Fold 4 y Galaxy Z Flip 4, pero Huawei se atreve a plantar cara a los coreanos con un concepto totalmente diferente, ya que no tiene varias pantallas, sino una que nos permite tener la experiencia más “tradicional”, pero también la experiencia “de tablet”.

Tras una semana usándolo como mi móvil principal, esta es mi review del Huawei Mate Xs 2.

Apartados del análisis del Huawei Mate Xs 2:

• Diseño: un plegable diferente
• Pantalla: siempre expuesta y con un botón para desplegarla
• Rendimiento: corazón de Snapdragon 888 sin 5G, un SoC de hace dos generaciones
• Batería: 4.600 mAh que saben a poco
• Cámaras: consistentes que juegan bien en el terreno de las redes sociales
• Conclusión: valentía en un segmento bastante complicado, al menos en occidente

Un plegable diferente

El factor de forma es, al menos en lo personal, el punto que más me interesa en un plegable. Es el que condiciona la experiencia y nos hemos acostumbrado a una pantalla exterior más tradicional y otra interior que es la que ofrece la experiencia de pantalla grande.

Sin embargo, desde la primera generación del Mate, Huawei apuesta por algo totalmente diferente, ya que tiene una sola pantalla que cumple como externa y como interna. 

Esto genera algunos compromisos, sobre todo de durabilidad que comentaré en unas líneas, pero también permite tener una pantalla externa que envuelve el dispositivo y que resulta espectacular.

Y es que, cuando el móvil está plegado, tenemos una pantalla que ocupa un enorme porcentaje del frontal, aprovechando los marcos para ofrecer una muy buena experiencia de móvil “tradicional”.

En este modo no tenemos holgura entre las dos partes que se pliegan, como sí ocurre en el Flip y en el Fold, por ejemplo, y lo cierto es que, con 11 milímetros, es un plegable bastante delgadito.

Los marcos son de aluminio pulido, el tacto es algo extraño porque en la trasera tenemos pantalla y tanto las cámaras como el seguro de plegado están en una barra en uno de los lados de la trasera.

A simple vista es un móvil de esos futuristas, como los que imaginábamos cuando se hablaba de móviles todo pantalla, pero… ¿cómo se abre?

Aquí la experiencia también es totalmente distinta a la de otros plegables, que se abren de forma manual, como si de un libro se tratara. Aquí tenemos un botón bajo las cámaras que pulsamos para desbloquear el seguro y, una vez hecho eso, ya sí podemos desplegar la pantalla.

Tengo que decir que me costó acostumbrarme al sistema y los primeros días “tiraba” de un lateral para desplegarlo, pero al final te acostumbras tanto al sistema como a que la bisagra ofrezca resistencia al desplegado.

En este modo de pantalla completa tenemos un móvil extremadamente delgado (de verdad, es admirable el trabajo en este sentido) y esa zona lateral con las cámaras, el botón de seguro y el puerto USB-C que, evidentemente, es más ancha. Me recuerda a algunos lectores de libros.

Y me parece un móvil ciertamente bonito, pero como decía, hay compromisos al usar este factor de forma.  

Pantalla siempre expuesta y con un botón para desplegarla

Para empezar, la pantalla es de plástico y tiene un protector que no podemos quitar porque, de hacerlo, se dañaría la pantalla.

Este plástico no llega a los bordes y, al navegar con gestos, notamos el “corte”, algo que no es demasiado placentero, pero lo que me preocupa es cómo resistirá el paso del tiempo, ya que no deja de ser plástico y ya sabemos que no son las pantallas más resistentes ante arañazos.

Aquí tenemos el lateral derecho (donde se curva la pantalla), el frontal y la trasera totalmente expuestas. No hay forma de dejar el móvil en la mesa sin que sintamos que se puede marcar en cualquier momento y de forma sencilla, pero Huawei incluye una funda que es…un apaño.

Es una funda que pegamos a un lateral y que nos permite usar el móvil de manera tradicional perfectamente, pero también quitar el lateral izquierdo, pulsar el botón y usar el móvil en pantalla grande con parte de la funda colgando.

No es lo más elegante, pero es complicada otra solución teniendo en cuenta el diseño del dispositivo. Además, al tener la funda, te da pereza abrirlo para tener la experiencia completa, así que creo que es una solución que juega en contra del sino del dispositivo.

Pero bueno, dejando a un lado la experiencia de uso, vamos con la propia pantalla. El panel completo es de 7,8” que cuenta con resolución de 2.480x 2.200 píxeles. Es una pantalla bastante cuadrada y plegada nos deja un frontal de 6,5” con una resolución de unos 2.480 x 1.176 píxeles. El refresco es de 120 Hz y lo puedes dejar a 120, en automático o a 60 Hz. En mis pruebas lo he tenido al máximo.

El panel, evidentemente, es OLED y se ve genial para consumir contenido y jugar. Tira a unos colores saturados tanto en el modo estándar (el que he tenido en mis pruebas) como en el modo vívido, pero ya digo que para consumir contenido, me gusta.

¿Y qué pasa con la arruga sobre la bisagra? Pues que es de las que mejor se disimulan de entre los plegables que he probado. Si fuerzas el ángulo con la pantalla apagada, la vas a ver, pero con contenido en pantalla no se nota y también pasa desapercibida al tacto. 

En este sentido, genial trabajo de Huawei, aunque toca decir que no tiene protección contra el polvo (no la esperábamos todavía en un plegable), pero tampoco contra el agua. La de Samsung es más evidente, pero parece que también es la que permite que sea resistente al agua.

En formato plegado, me parece un móvil espectacular y lo cierto es que no me han dado muchas ganas de abrirlo. Con el Fold siempre estoy abriendo y cerrando porque la experiencia de multitarea (gracias al dock) y el formato de las apps invita a ello, pero aquí lo que tenemos al abrirlo es una pantalla más grande… y poco más.

Es fácil poner apps en pantalla dividida o como ventanas flotantes, pero muchas apps no son compatibles con la pantalla dividida (me resulta extraño que, entre ellas, haya apps de Huawei que deberían estar optimizadas) y para ver vídeos tampoco te creas que me ha convencido.

Y es que, con la pantalla completa vemos dos barras negras muy anchas debido a ese formato casi cuadrado del panel (una relación de 8:7.1), así que muchas veces he terminado viendo contenido de YouTube desde el navegador (ya que no hay app de YouTube).

Sobre el sonido, me ha gustado. Siempre que no lo subas por encima del 90%, la experiencia es buena. Puede que falten un poco de graves, pero al final el grosor de la zona de los altavoces es de solo 5,4 mm y ahí hay poco espacio para algo más potente.

Aun así, es un sonido que no me ha decepcionado, pero que no está a la altura de los más de 2.000 euros que cuesta.

Corazón de Snapdragon 888 sin 5G, un SoC de hace tres generaciones

Algo parecido (lo de estar a la altura del precio) ocurre tanto con el hardware como con el software. Aquí la pelota no está tanto en el tejado de Huawei aunque creo que, viendo lo que ocurre con el Mate 50 Pro con el Snapdragon 8+ Gen 1, quizá se podrían haber estirado a un SoC más reciente.

¿Por qué? Pues porque tenemos el Snapdragon 888 (y en una versión sin 5G), un SoC de hace un par de años y que fue superado por el 888+, el 8 Gen 1 y el actual 8+ Gen 1. Entiendo que, por tiempos de desarrollo, el 8+ Gen 1 no esté en su interior, pero al menos el 8 Gen 1 habría sido una buena noticia.

Dicho esto, porque creo que por el precio del móvil debería tener lo último en su interior, he de decir que el rendimiento me parece muy, muy bueno. 

Antes de seguir, te dejo los test sintéticos y te comento que, según las pruebas de estrangulamiento, tenemos un bajón al 80% pasados unos minutos de test, pero no es tan severo como un Snapdragon 8 Gen 1.

Dicho esto, y aquí no me voy a enrollar mucho, tenemos Android 12 sin GMS -los servicios de Google debido al veto de Estados Unidos- con EMUI 12. En China está disponible con HarmonyOS, pero en occidente… no.

Y digo que no me voy a enrollar porque no tiene sentido que, a estas alturas, te diga qué supone que un móvil no tenga servicios de Google y te detalle la lista de apps ausentes en su App Gallery, ya que es algo que hemos visto en otros análisis de la marca.

Solo tengo que decirte que la tienda de Huawei sigue evolucionando, sí, pero no tenemos Telegram, no tenemos la app de algunos bancos, no tenemos apps como Netflix o Disney+ o WhatsApp. Hay otras que sí están, como Telegram, y puedes bajarte una APK para instalar las apps que faltan, pero si en alguna estás registrado con la cuenta de Google, no podrás acceder.

Por ejemplo, no puedo jugar a Genshin Impact o usar Notion porque en ambas estoy con mi cuenta de Google. Si te bajas la APK de WhatsApp, no tendrás tu copia de seguridad porque va por Drive. 

Tampoco me voy a bajar Diablo Inmortal en APK porque va con mi cuenta de Blizzard, pero no voy a dar permisos a una APK con mi tarjeta bancaria, y lo mismo pasa con mi banco, que no está entre las apps de App Gallery.

Está claro que Huawei juega con lo que puede y en la App Gallery tenemos una visión de las apps nativas para el sistema, pero también otras que están en un apartado diferente y que, básicamente, es una APK externa. Es decir, podemos buscar esas APK sin tener que bajar un repositorio o meternos en el navegador.

Hablando de esto, el navegador pasa un antivirus a cada app que descargas fuera de su store, pero curiosamente tarda lo mismo en analizar una app de 5 MB que una de 5 GB, así que no me fío demasiado.

Como siempre te digo, este es mi caso, claro, y siempre puedes intentar instalar una app que haga de puente entre el móvil actual y un Huawei anterior con GMS, pero aquí estoy analizando la experiencia de fábrica.

Al final, es un impedimento bastante grande a la hora de recomendar un móvil de Huawei, pero está claro que habrá usuarios a los que esto no les importe demasiado, tengan apps con un correo y contraseña para cada una y no les importe meter datos sensibles en una APK. Si es tu caso, el móvil va como un misil.

Algo que también puedes hacer, y es lo que hago con apps que tienen versión de navegador, es meter tus datos en el navegador y crear un acceso directo. Es como una webapp y no es tan conveniente como una app nativa, pero oye, funciona.

Eso sí, si intento poner Notion y YouTube a pantalla partida, como ambos son webapp del navegador nativo, no me lo permite. Tendría que tener Notion en el nativo y YouTube en Google Chrome o en Edge y, sinceramente, me parecía un rollo tener dos o tres navegadores para suplir un fallo del sistema.

Para terminar, tenemos dos formas de desbloqueo: por huella en el lateral derecho o con reconocimiento facial (foto 2D). Ambos funcionan de forma rápida y no me han dado problemas estos días de uso.

Batería con 4.600 mAh que saben a poco

Valorar la autonomía de un móvil plegable es complicado. Y es que, creo que ningún usuario tendrá la misma media de uso porque habrá quien sea más exigente con la experiencia tablet, pero también quien lo abra de forma más esporádica.

Aquí lo único que puedo hacer es mostrarte una foto de mi uso del terminal desde las 8 de la mañana, cuando empiezo a darle caña y tras pasar la noche cargando, hasta que me vuelve a pedir el cargador.

Lo tengo con notificaciones de apps como Telegram y soy de los que YouTube se lo pone en el móvil, no en la pantalla del Mac mientras trabajo. Lo veo desde el navegador en el caso de los Huawei, al igual que uso apps como Notion en dicho navegador, de ahí que el tiempo sea tan prolongado.

Dependiendo del día, tengo entre 4 y 5 horas de pantalla, una cifra que es bastante pobre teniendo en cuenta los 4.600 mAh de batería y que, ni por asomo, tengo tantas notificaciones en este móvil debido a que solo tengo sincronizada una cuenta de correo, no las 3 que tengo en un iOS/Android con GMS.

Lo bueno es que el cargador que se incluye en la caja es de 66 W y te permite cargar el móvil en unos 40 minutos, según nuestras pruebas. En esto, Huawei sigue siendo de los más ambiciosos, y la verdad es que se agradece en un terminal que difícilmente te llegará a la noche si lo usas de forma intensiva.

Cámaras consistentes que juegan bien en el terreno de las redes sociales

Y, además del cargador, me gustan las cámaras. Al igual que en el Fold 4, no considero que sean cámaras dignas de un móvil de 2.000 euros (sobre todo visto el iPhone 14 Pro y el Pixel 7 Pro), pero desde luego son cámaras de las que no te vas a poder quejar. Al menos, no demasiado.

El sensor principal es un 50 Mpx f/1.8 y el procesado es algo agresivo (típico de la compañía) pero el resultado me parece muy vistoso para compartir en redes sociales sin pasar por una app de retoque.

Con esto del procesado me refiero a que hay algo de nitidez artificial que hace que algunas texturas no luzcan lo bien que deberían, así como un efecto acuarela en algunas tomas algo más complicadas en lo que a luz se refiere que se ve si ampliamos la fotografía.

Los colores son vivos, sobre todo los azules y los verdes, pero personalmente no me molesta para fotos que voy a compartir en redes y creo que el HDR hace un buen trabajo. Es un móvil que, en imágenes con luz dura directa, puede ofrecer unos resultados poco naturales (no me refiero a malos, simplemente… poco naturales).

Sin embargo, con una luz algo más suave, creo que se porta genial. Además, el sensor es bastante3 grande, lo que favorece el desenfoque de fondo de forma natural. Me gusta hacer fotos tanto a flores como a comida y aquí la cámara me parece espectacular.

De noche… la cosa cambia. Creo que es un teléfono muy irregular y no sé si es cosa de las lentes, del procesado o de un poco de cada. Hay imágenes muy buenas tanto con el 3,5x como con el principal (con el gran angular no), pero otras que no te explicas.

En muchas ocasiones di la vuelta al teléfono a ver si es que los el cristal que protege las lentes estaba sucio, pero estaba perfectamente y, aún así, había ‘artefactos’ en las fotografías.

Pero bueno, si volvemos al día, tenemos un gran angular que me ha gustado cuando la luz es buena. El sensor cuenta con 13 megapíxeles y gracias tanto a la resolución como al procesado, tenemos un gran angular muy indicado para fotos tanto artísticas como de paisaje.

Me ha gustado que mantiene muy bien los colores respecto a los de la cámara principal, algo que también podemos ver en el telefoto, aunque aquí hay algo que no entiendo del todo.

Este telefoto cuenta con 8 megapíxeles y estabilización óptica, algo que viene genial, y la distancia focal nativa es de un 3x. Sin embargo, en la app de cámara tenemos un marcador de 3,5x, por lo que añade un poco más de “zoom” digital a un zoom óptico 3x.

No logro entender esto, no sé si es una decisión de marketing para quedar por encima de los 3x de otros teléfonos, pero al final, aunque las fotos cumplen bastante bien, no es la focal nativa, por lo que se pierde nitidez y pueden aparecer artefactos al tener ese extra digital.

De verdad, es algo que no entiendo, pero bueno, por lo general el resultado es muy bueno con las tres cámaras.

Si pasamos al selfie, se mantienen las buenas noticias. La cámara frontal cumple de sobra y, aunque aquí notamos un procesado diferente debido a que, imagino, es un sensor más pequeño, mantiene el nivel.

Sin embargo, te diría que no uses la cámara frontal para hacerte fotos, sino que pongas la cámara trasera, selecciones el modo espejo en la app de cámara para verte en la pantalla “trasera” y te hagas un retrato con la principal.

Es la mejor opción, pero tendrás que usar el botón de volumen como obturador, ya que los controles siguen apareciendo en la pantalla “principal”.

Sobre el vídeo, tenemos 4K60 en las cuatro cámaras, una muy buena noticia porque hay móviles de gama alta en los que no vemos esta opción.

Sin embargo, creo que la estabilización podría ser mejor, sobre todo en el angular principal, que tira mucho de digital provocando algunos efectos extraños en la imagen. Además, es fácil ver ruido en la imagen (sobre todo en el telefoto) y, bueno, creo que no hace tan buen trabajo como con las fotos.

Pero bueno, lo cierto es que me ha gustado mucho el apartado de cámaras de este teléfono y, si bien no es comparable a móviles que cuestan unos cientos de euros menos, te van a permitir ir de vacaciones sin problema, inmortalizar momentos familiares con muy buena calidad y, en general, tener una muy buena experiencia fotográfica.

Valentía en un segmento bastante complicado, al menos en occidente

Y llegamos al punto más complicado de la review del Huawei Mate Xs 2, ya que es el momento en el que tenemos que decir si vale, o no, la pena. Vamos con el elefante en la habitación: es complicado recomendar este terminal debido al software.

Huawei sigue trabajando duro para que su App Gallery esté a la altura, pero aunque se añaden aplicaciones de forma regular, las importantes todavía no están y si tienes cuenta de Google en algunas, no te vas a poder logear.

Ese es un contra bastante grande, pero también el hecho de no tener 5G en 2022 o el tema de contar con un procesador que sí, ofrece muy buen rendimiento todavía, pero que no es de las últimas generaciones.

El software tampoco hace mucho por aprovechar la pantalla más grande, pero dicho esto, me gusta tanto el panel como la carga y el apartado fotográfico. Diría que el mayor dolor de cabeza ha sido el software, pero por lo demás, la experiencia ha sido muy, muy buena.

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¿El problema? El Galaxy Z Fold 4 también ofrece unas pantallas espectaculares, protege mejor su pantalla grande y es más barato teniendo los GMS. 

Ahora bien, a ver si se animan y lanzan el Mate X 2 en nuestro territorio, que también lo tendrá complicado por la ausencia de Google, pero tiene un formato más similar al Fold que, personalmente, me gusta más.