Estas son las formas más dolorosas de morir, según la ciencia
- Un estudio científico ha determinado cuáles son las peores formas de morir.
- La muerte puede adoptar distintas formas, algunas más rápidas y otras más lentas, algunas más aterradoras y otras más dolorosas.
- El cambio de Google Maps que ha enfurecido a la mayoría de conductores.
Según la ciencia, la mayoría de las muertes son indoloras, principalmente porque tu conciencia ya está fuera de sí cuando entras en lo que se conoce como "muerte activa".
Es el momento en que tu cuerpo deja de reaccionar y empieza a entrar en un lapso de calma. Sin embargo, no todas las muertes son tan agradables y algunas son terriblemente dolorosas.
Los científicos no retroceden ante las inquietantes cuestiones de nuestra existencia, por lo que han realizado algunos trabajos en este campo.
Han estudiado los efectos físicos y psicológicos de diferentes formas de morir, así como las posibles maneras de aliviar el sufrimiento. Entre estos estudios están las muertes más dolorosas que podrías experimentar.
Crucifixión
Un método de ejecución muy cruel que usaban los romanos era la crucifixión. Clavaban al condenado en una cruz de madera y lo dejaban agonizar hasta la muerte.
Esto podía tardar mucho tiempo, desde horas hasta días, según la fortaleza de la persona. La posición del cuerpo dificultaban la respiración y causaban asfixia, que era la causa más común de la muerte.
La víctima también padecía un dolor insoportable por las heridas de los clavos, la falta de agua, el calor del sol y los ataques de los animales carroñeros. La crucifixión es una forma de morir terrible para el ser humano.
Morir ahogado
El ahogamiento es una causa de muerte por asfixia, que se produce cuando el oxígeno no llega al cerebro debido a la presencia de un líquido, normalmente agua, en las vías respiratorias.
Puede ser de dos tipos: rápido o lento. El primero se da cuando el agua llena los pulmones e impide la respiración. Por otro lado, el lento se da cuando el agua se acumula en el estómago y estimula el nervio vago, que disminuye la frecuencia cardíaca y el aporte de sangre al cerebro.
En ambos casos, el proceso es muy angustioso y doloroso para la víctima, que siente pánico, ansiedad y una fuerte opresión en el pecho y en la garganta.
Inyección letal
Un método de ejecución que se usa en algunos países para aplicar la pena de muerte es la inyección letal. Este método consiste en inyectar una serie de fármacos que causan la parálisis muscular, la pérdida de conciencia y el paro cardíaco.
No obstante, este método ha sido criticado por algunos estudios que ponen en duda su eficacia y su humanidad, ya que puede provocar un dolor innecesario al condenado.
Algunos de los problemas que pueden surgir son: una mala inserción del catéter, una tolerancia a los sedantes, una reacción alérgica a los fármacos o una muerte lenta.
Morir electrocutado
La corriente eléctrica puede provocar lesiones en los tejidos, quemaduras, fibrilación ventricular y paro cardíaco. La gravedad de los efectos depende de la intensidad, el voltaje, el tipo y la duración de la corriente, así como del camino que sigue por el cuerpo.
Cabe señalar que la electrocución puede ser accidental o intencional, como en el caso de la silla eléctrica, un método de ejecución utilizado en algunos países. La víctima puede experimentar un dolor extremo, convulsiones, pérdida del control muscular y del conocimiento.
Muerte por descompresión
Otra forma dolorosa de morir es la descompresión, un fenómeno que ocurre cuando la presión atmosférica que rodea al cuerpo humano disminuye drásticamente.
Esto puede suceder en circunstancias como: una explosión, una rotura de un tanque de aire comprimido, una fuga en una nave espacial o un avión. Puede provocar graves daños internos, como el colapso de los pulmones, la ruptura de los tímpanos, la hemorragia cerebral o la embolia.
Los síntomas que puede experimentar la víctima son: frío, mareo, náuseas, dificultad para respirar y dolor intenso.
Morir quemado
Un aspecto de morir quemado es el dolor que se puede sentir. Puede ser muy fuerte y durar mucho tiempo, dependiendo de la gravedad de las quemaduras. El calor extremo puede afectar a los nervios y tejidos, lo que puede provocar una sensación dolorosa.
Además, las quemaduras graves pueden causar otros problemas de salud, como shock, infecciones y dificultades para respirar, lo que empeora el estado de la persona. Sin embargo, el dolor no es igual para todos, ya que puede variar según las características individuales de cada uno.
Radiación
La exposición a la radiación puede causar la muerte de una forma terrible y dolorosa. La radiación afecta a las células del cuerpo y puede dañar diferentes órganos, dependiendo de la dosis.
Asimismo, puede provocar un daño celular profundo y rápido, lo que conduce a un empeoramiento acelerado de la salud y, finalmente, al fallecimiento.
Algunos de los síntomas que puede experimentar una persona expuesta a la radiación son náuseas, vómitos, diarrea, daño en los órganos internos, especialmente el corazón y los pulmones.
También puede presentar alteraciones neurológicas, convulsiones, pérdida del cabello, úlceras en la piel y mayor riesgo de infecciones por un sistema inmunitario debilitado.
Cáncer de páncreas
El cáncer de páncreas puede causar dolor en muchas personas que lo padecen, y este puede ser un signo importante de la enfermedad. Puede tener diferentes causas, como el tamaño del tumor, la compresión de los nervios o la afectación de otros órganos.
Sin embargo, el dolor no se siente igual en todos los casos, y algunos pacientes pueden necesitar tratamientos específicos para controlar y reducir el dolor relacionado con el cáncer de páncreas. Por eso, es esencial contar con una atención médica y un apoyo adecuados en estos casos.
Ataque al corazón
El infarto de miocardio, también llamado ataque al corazón, es una situación que puede vivirse de forma distinta por cada persona.
Los médicos suelen decir que el dolor que produce un infarto es muy fuerte y se siente como si algo apretara, comprimiera o presionara el pecho.
Además del dolor físico, también puede causar mucho sufrimiento emocional. Muchas personas tienen miedo, angustia e incluso una sensación de que van a morir.
La falta de oxígeno al corazón durante un infarto puede alterar el funcionamiento del órgano y, si no se recibe atención médica urgente, puede provocar daño cardíaco permanente e incluso la muerte.
Puede ser una experiencia muy dolorosa tanto para el cuerpo como para la mente, y el dolor que se siente puede variar de una persona a otra.
Morir congelado
Al exponerse al frío extremo, se forman cristales de hielo que rompen las células y los vasos sanguíneos. Esto puede afectar a diferentes partes del cuerpo, especialmente a las más expuestas, como los dedos, las orejas, la nariz o las extremidades.
Los signos de la congelación incluyen entumecimiento, hormigueo, palidez, cianosis (color azul de la piel por falta de oxígeno), ampollas y gangrena. La gangrena es una complicación grave que implica la necrosis del tejido afectado.
El dolor que se siente por la congelación se debe a la lesión celular y a la alteración del flujo sanguíneo.
No obstante, el cuerpo también puede sufrir hipotermia, lo que puede reducir la percepción del dolor a medida que baja la temperatura corporal. Es una situación que puede causar mucho dolor y daños irreparables en el organismo.
Morir por respirar trifluoruro de cloro
El trifluoruro de cloro es una sustancia química muy peligrosa y reactiva que puede provocar incendios al reaccionar con casi cualquier material. Su corrosividad es tan alta que puede destruir el vidrio, el metal y la piedra.
Este gas incoloro y peligroso puede causar graves quemaduras en la piel y los ojos. Si se inhala, puede dañar el sistema respiratorio y provocar síntomas como dificultad para respirar, dolor en el pecho, tos, irritación en la nariz y la garganta, pérdida del apetito y vómitos.
Mordedura de Boomslang
La boomslang es una serpiente muy venenosa cuya mordedura puede provocar una de las muertes más dolorosas que existen. Su veneno es una hemotoxina que impide que la sangre se coagule, lo que provoca que la víctima sangre por todas partes, tanto por dentro como por fuera.
El dolor que se siente es insoportable. Los efectos del veneno se manifiestan entre 10 y 30 minutos después de la mordedura. Al principio, se siente dolor en la zona afectada, acompañado de náuseas, vómitos y mareos.
Con el paso del tiempo, el veneno causa más daños y puede provocar dolor generalizado en todo el cuerpo, sangrado interno y externo, así como problemas respiratorios y alteraciones mentales.
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