OpenAI es una de las organizaciones más prestigiosas y avanzadas en el campo de la inteligencia artificial (IA). Sus proyectos, como ChatGPT y Dall-E, han demostrado una capacidad impresionante para generar textos e imágenes a partir de simples instrucciones o frases. 

Sin embargo, estos logros tienen un precio: el uso de enormes cantidades de datos para entrenar a sus modelos de IA. Y estos datos, según una demanda colectiva presentada en Estados Unidos, no han sido obtenidos de forma ética ni legal.

La demanda colectiva, que representa a más de 100.000 personas, acusa a OpenAI de violar la privacidad y los derechos de autor de los usuarios al usar sus datos personales, como mensajes, correos electrónicos, fotos, vídeos o documentos, para alimentar a sus modelos de IA sin su consentimiento ni compensación. 

Según la demanda, OpenAI habría accedido a estos datos a través de diversas fuentes, como redes sociales, plataformas de comunicación, servicios en la nube o navegadores web. La demanda colectiva sostiene que OpenAI ha infringido varias leyes federales y estatales de Estados Unidos, como la Ley de Privacidad Electrónica, la Ley de Derechos de Autor o la Ley de Protección al Consumidor.

¿Qué dice OpenAI ante la situación?

Además, afirma que OpenAI ha incumplido sus propios principios éticos, que establecen que su misión es “asegurar que la inteligencia artificial sea beneficiosa para toda la humanidad y evitar situaciones en las que pueda ser controlada por unos pocos”.

La demanda colectiva exige que OpenAI cese el uso de los datos personales de los usuarios sin su permiso, que elimine todos los datos obtenidos ilegalmente y que pague una indemnización por daños y perjuicios a los afectados. Según los abogados que representan a los demandantes, el monto total podría ascender a miles de millones de dólares.

Según OpenAI, sus modelos de IA solo usan datos públicos y disponibles en internet, y no acceden ni almacenan ningún dato privado o protegido por derechos de autor. almacenan ningún dato privado o protegido por derechos de autor. Además, asegura que respeta las normas éticas y legales vigentes y que su objetivo es crear una inteligencia artificial abierta y beneficiosa para todos.

OpenAI también afirma que la demanda colectiva tiene motivaciones espurias y que busca dañar su reputación y obstaculizar su trabajo. Según OpenAI, la demanda colectiva forma parte de una campaña orquestada por intereses económicos y políticos que temen el potencial disruptivo y democratizador de la inteligencia artificial.

Por ello, OpenAI dice que se defenderá con firmeza y confía en que la justicia desestime la demanda. La demanda colectiva contra OpenAI es un caso sin precedentes que plantea importantes cuestiones sobre el uso de los datos personales para el desarrollo de la inteligencia artificial.

¿Qué beneficios y riesgos implica la creación de una inteligencia artificial abierta y accesible para todos? Estas son algunas de las preguntas que deberán ser respondidas en este proceso judicial que podría marcar un antes y un después en el ámbito de la inteligencia artificial.