Muchas personas sufren anhedonia y no lo saben. En griego, Hedoné significa "placer". Así que anhedonia es la falta de placer. Hace referencia a la falta de alegria e interés, frente a las cosas que deberían proporcionártelo.

A mucha gente le ha pasado: tienen una vida feliz, sin complicaciones, pero no sienten ningún tipo de felicidad o placer por las cosas buenas que les pasan. Ese es un síntoma de la anhedonia.

La web Business Insider cuenta la historia de Tanith Carey, una periodista y escritora galardonada, con una vida aparentemente perfecta: un marido encantador, dos hijas cariñosas, un trabajo bien pagado y reconocido con premios, y sin embargo, no encontraba ningún placer en los logros y satisfacciones de su vida.

La anhedonia, cómo enfrentarse a ella

Es importante entender que la anhedonia no es una enfermedad, sino uno de los síntomas de la depresión. Pero también de otras enfermedades como la esquizofrenia o el trastorno esquizoide de la personalidad. Por eso es importante tratarla antes de que vaya a más.

La anhedonia puede aparecer solo con ciertos estímulos, por ejemplo que no te generen placer las relaciones sexuales o los logros en el trabajo, pero sí otras cosas como la comida, o ver una película. Pero en la mayoría de los casos, es un sentimiento global que afecta a todas las actividades.

Se caracteriza porque el cerebro no genera la dopamina, un neurotransmisor que genera el placer, cuando debería hacerlo.

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Las causas son diversas. Generalmente aparece tras situaciones de mucho estrés, en los comienzos de la depresión, o cuando se toman drogas.

Lo importante es que es un trastorno perfectamente tratable, y se puede curar. Pero es necesario descubrir la causa que genera esa falta de placer, y para eso se necesita la ayuda de un experto psiólogo.

Si crees que tienes una buena vida sin problemas aparentes, pero nada te genera placer ni te sientes feliz, es posible que sufras anhedonia. Lo más sabio es consultar con un especialista, que evaluará el grado del síntoma, y te aconsejará para superarlo. ¡No lo dejes!