Cuando vamos a la playa, nos metemos en el agua y disfrutamos del momento, teniendo cuidado de no pisar alguna piedra o de encontrarnos con alguna medusa, pero quizá lo que no sabías es que alguna que otra vez has tenido a algún tiburón a escasos metros y no te diste cuenta.

Investigadores han descubierto que los tiburones suelen nadar muy cerca de las personas en algunas de las playas.

Este estudio publicado en PLOS ONE afirma que un equipo de investigadores de California se basó en 700 horas e imágenes tomadas durante más de 1600 vuelos de drones en 26 playas de California, entre 2019 y 2022.

Descubrieron que los tiburones estaban cerca de los nadadores en el 97 % de los días seguidos en playas donde se sabe que los tiburones suelen visitar.

Con este estudio quieren demostrar que los tiburones no son tan temibles como mucha gente piensa, y que suelen ser la mayor parte del tiempo amigables.

No obstante, según los investigadores, solo se registró una mordedura, aparentemente no provocada por un mamífero marino no identificado, cuando un nadador fue mordido en la primavera de 2020.

Aclaran que solo se han informado de 130 mordeduras de tiburón blanco en California desde 1950, y solo 20 mordeduras de tiburón blanco no provocados en el sur de California desde 2000.

“Un estudio de reconocimiento aéreo realizado en la isla de La Reunión, una región conocida por la alta frecuencia de mordeduras de tiburones en las personas, encontró que las áreas de alta superposición de usuarios de agua de tiburones no resultaron en un aumento de las mordeduras de tiburones en los usuarios del agua", escribieron los investigadores. "Además, se estimó que la probabilidad de mordeduras de tiburón no provocadas en California era extremadamente baja".

Los tiburones, más amigables de lo que muchos creen

Con estos datos sobre la mesa, quieren señalar que los tiburones no son tan temibles como muchas autoridades y personas piensan.

Consideran que esto se debe enfocar a una buena educación pública y a programas de concienciación.

Comentan que podría abordarse "enfocándose en la educación pública y en los programas de concientización para ayudar a las personas a comprender el comportamiento de los tiburones, reconocer los factores de riesgo potenciales y adoptar prácticas seguras al participar en actividades acuáticas", dice la bióloga marina Melissa Cristina Márquez.