Como ya muchos sabrán, Tim Cook y Jeff Bezos son enormes figuras muy reconocidas en el mundo empresarial, liderando 2 de las empresas más influyentes del mundo: Apple y Amazon, respectivamente. 

La pregunta que siempre surge alrededor de estos 2 personajes es cómo han conseguido ese gran imperio y la verdad es que parece que ambos han adoptado un principio simple pero poderoso que los ha llevado al éxito: el principio de "solo tú".

Este, en pocas palabras, se basa en la idea de que cada individuo debe enfocarse en aquellas tareas y responsabilidades que solo él o ella pueden realizar de manera excepcional. 

Aunque pueda parecer contradictorio, la clave para ser más productivo es dejar de intentar hacerlo todo.

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Las claves del éxito: decisiones de gran impacto y delegar en su equipo

En el caso de Tim Cook, CEO de Apple, destaca por su enfoque en las decisiones estratégicas que definen el rumbo de la compañía. Cook reconoce que su fortaleza radica en tomar decisiones estratégicas de alto impacto, conocidas como decisiones de "puerta de un solo sentido". 

Estas no pueden ser revertidas una vez tomadas y Cook comprende la importancia de delegar tareas que pueden ser realizadas igual de bien, o incluso mejor, por otros miembros de su equipo.

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Por su parte, Jeff Bezos, fundador de Amazon, se ha convertido en una de las personas más ricas del planeta gracias a poner todo su empeño y esfuerzo en lo que solo él puede hacer. 

Reconoce que Amazon tiene un gran impacto en la vida diaria de muchas personas y se centra en las decisiones clave que impulsan el crecimiento y la dirección de la empresa. Al delegar otras tareas a su más que increíble equipo, Bezos libera tiempo y energía para enfocarse en su papel único como líder estratégico.

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Como puedes ver, este principio tiene beneficios tanto para los líderes como para sus equipos. En primer lugar, ayuda a priorizar y gestionar el tiempo limitado al enfocarse en las tareas esenciales que requieren la atención y experiencia únicas del líder. En segundo lugar, promueve la confianza en el equipo y permite el crecimiento individual al otorgar responsabilidades al entorno.

Es fundamental como líder preguntarse si las tareas que se están realizando son realmente aquellas que solo uno mismo puede llevar a cabo. Si es así, es importante seguir haciéndolas con dedicación y con la máxima excelencia. 

Sin embargo, si hay otras tareas que pueden ser realizadas por otros miembros del equipo, es beneficioso delegarlas para liberar tiempo y energía. A menudo, esto resulta en un mejor funcionamiento de la empresa en general.