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Swimply, el Airbnb para alquilar piscinas, esta causando el caos en los vecindarios

Swimply, el Airbnb para alquilar piscinas, esta causando el caos en los vecindarios

Lo que era una tranquila piscina familiar de una urbanización, se convierte en un club de piscina con colas para entrar, por culpa de Swimply.

Con la pandemia y el aumento de las temperaturas por el cambio climático, la app Swimply se ha convertido en una de las más populares en Estados Unidos. Conocida como el Airbnb de las piscinas, te permite alquilar la tuya por horas. Una buena forma para rentabilizar una piscina, pero una pesadilla para los vecinos.

La app Swimply permite alquilar piscinas privadas por horas, con precios entre 25 y 100 dólares la hora. Teniendo en cuenta el alto mantenimiento de este tipo de instalaciones, y que mucha gente solo usa la piscina 1 o 2 horas al día, algunos dueños han optado por alquilarla en Swimply, para sacarse un dinero.

El problema, según explica The Washington Post, es que lo que puede ser un buen negocio para los dueños, se convierte en un infierno para los vecinos.

Los problema de Swimply

Las piscinas privadas suelen estar en urbanizaciones de clase media y alta, en donde no están acostumbrados al ruido y la fiesta.

El periódico estadounidense recoge quejas de vecinos de Montgomery County, que tienen que cerrar las ventanas debido a los gritos y el ruido que proviene de las piscinas de los vecinos que las han alquilado en Swimply.

Swimply

Otros se quejan de las largas colas que se forman en las aceras para entrar en las piscinas, gente vagabundeando por las calles en bañador esperando su turno, parkings saturados, aparcamientos en doble fila...

En New Jersey, una niña de 7 años murió en un piscina alquilada a través de Swimply. La app asegura que ofrece instrucciones de seguridad a los dueños que las alquilan, paras que las transmita a los usuarios.

Tambien se han dado casos de gente que ha visto cómo la piscina de su casa estaba puesta en Swimply, sin su consentimiento. Los estafadores usan las piscinas de otros para intentar cobrar por adelantado por el alquiler, y desaparecer con el dinero.

Un centro de datos usa el calor sobrante para calentar una piscina pública, ahorrando 24.000 dólares al año al ayuntamiento

Muchos de los afectados exigen la regulación de los alquileres privados. Las autoridades estadounidenses están trabajando en una ley que obligará a los dueños que alquilen inmuebles a apuntarse en un registro, para pagar impuestos, y estar identificados si hay problemas. También, estarán obligados a inspecciones periódicas.

Alquilar la piscina con apps como Swimply es un buen negocio para los dueños, pero también puede acabar convirtiéndose en una pesadilla para los vecinos, especialmente si se producen abusos en ese alquiler.

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Etiquetas: Curiosidades