OpenAI, la empresa que se encuentra detrás del más que famoso ChatGPT, parece que está valorando la posibilidad de desarrollar sus propios chips de inteligencia artificial e incluso está considerando adquirir una empresa especializada en este campo. 

Aunque la decisión final aún no ha sido tomada, esta novedad, tal y como explica Reuters, parece que forma parte de la estrategia de OpenAI para afrontar la escasez de chips de IA que ha estado afectando a la empresa.

La carencia de unidades de procesamiento de gráficos (GPU) de alto rendimiento, cruciales para ejecutar aplicaciones de IA, ha sido una preocupación constante para este sector, sobre todo en un mercado dominado en gran medida por Nvidia, que ostenta más del 80% de la cuota de mercado de chips de IA.

Además, los costes asociados con el funcionamiento del hardware necesario para respaldar sus proyectos y productos, como ChatGPT, se han vuelto casi prohibitivos.

OpenAI contempla la fabricación de chips de IA pero comenzará con una solución intermedia

Hasta la fecha, OpenAI ha confiado en un superordenador masivo construido por Microsoft, uno de sus principales socios, que utiliza 10.000 GPU de Nvidia para desarrollar sus tecnologías de IA.  Sin embargo, el coste de ejecutar ChatGPT es muy alto, con estimaciones que sugieren que cada consulta tiene un precio de alrededor de 4 centavos. 

Para mantener sus operaciones, se necesitarían inversiones de alrededor de 48.100 millones de dólares en GPU inicialmente y alrededor de 16.000 millones de dólares en chips al año si la escala de búsquedas de ChatGPT se acercara a una décima parte de la de Google.

Teniendo esto en cuenta, la posibilidad de que OpenAI desarrolle sus propios chips de IA la situaría en el mismo grupo que otros gigantes tecnológicos, incluidos Google y Amazon, que ya han optado por tomar el control del diseño de los chips para sus operaciones. 

No obstante, no es tan fácil como se piensa, ya que desarrollar chips personalizados de inteligencia artificial conlleva una inversión aún más grande y no garantiza el éxito.

La adquisición de una empresa de chips, como Amazon hizo con Annapurna Labs en 2015, podría ser una decisión intermedia para así acelerar el proceso de desarrollo de chips personalizados para OpenAI. Aunque no se ha revelado la identidad de la empresa que considera adquirir, esta estrategia podría reducir el tiempo y, de cara a un futuro, los costes.