Si alguna vez te has preguntado por qué la mayoría de las placas de circuitos impresos son de color verde, al final es una duda que puede parecer trivial a simple vista, pero detrás de esta aparente simplicidad se esconde una historia fascinante. 

En el mercado de la electrónica de consumo, muchos de los dispositivos, como los móviles, televisores, consolas de videojuegos, ordenadores, miniordenadores como la Raspberry Pi e incluso el Flipper Zero, tienen una placa verde. 

Si bien no es un requisito indispensable para que los fabricantes de hardware adopten este característico tono, todo parece indicar que es una inercia que se ha adoptado con el tiempo, y es una tendencia que parece nunca tendrá fin. 

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El color verde de las PCB: una historia de resinas, pigmentos y estándares

Cabe señalar que la respuesta no es tan simple como se podría pensar, ya que aunque el color verde se asocia a menudo con la tecnología, debido al resplandor de las antiguas pantallas monocromáticas basadas en fósforo de silicato de zinc, la realidad es que el color verde de las PCB tiene que ver más con la estética. 

Las placas de circuitos impresos están fabricadas de una material base que curiosamente no es de color verde, sino de un compuesto de papel fenólico que puede tener diferentes tonos marrón. 

Sin embargo, sobre este material se aplica una capa protectora llamada máscara de soldadura, que es la que le da el característico color verde a las PCB. Esta pequeña capa, compuesta de resina fenólica pigmentada, tiene la función de proteger las líneas del circuito eléctrico y evitar cortocircuitos. 

Ahora bien, el motivo por lo que los fabricantes eligieron el color verde para cubrir y proteger las placas tiene que ver con la inspección visual y la legibilidad. 

Hace años, cuando se fabricaban los primeros circuitos impresos, este componente se inspeccionaba manualmente por personas, que necesitaban ver claramente las líneas del circuito. De esta manera, el verde oscuro ofrecía un contraste óptimo, lo que facilitaba la inspección y reducía la fatiga visual.

Aunque hoy en día las PCB pueden fabricarse en otros colores, el verde sigue siendo el más común, debido a su practicidad, sobre todo evita el cansancio visual de los miles de técnicos que reparan los dispositivos averiados en todo el mundo. 

Pero hay otra razón, y es que otros colores, como el negro o el azul, pueden contener pigmentos conductores que pueden causar problemas eléctricos en las placas. En cambio, las placas verdes suelen ser más aislantes y ofrecer un mejor rendimiento al momento de fabricarse.